Las cosas han cambiado desde que Tiger Woods participara por última vez en el WGC Dell Technologies Match Play. Fue en 2013 y tras los partidos de eliminación directa Tiger cayó en primera ronda. Campeón en 2003, 2004 y 2008, Tiger reconoce que ya es un éxito poder estar en la lista de participantes en esta edición.
En todo caso el exnúmero uno del mundo durante más de 640 semanas sigue con su instinto ganador que le ha llevado a tener 80 títulos en el PGA Tour, y asegura que ya tiene ganas de enfrentarse a sus rivales. Tiger comparte grupo con Aaron Wisw, Patrick Cantlay y Brandt Snedeker, y aspira a concentrarse en cada partido golpe a golpe.
Con un calendario exigente en 2018 y que terminó con la victoria en el Tour Championship, Tiger está confiado en que puede aguantar el ritmo. A sus 43 años y con cuatro operaciones de espalda, Tiger cree que puede aguantar siete partidos en cinco días para llegar a la final el domingo. "Estoy deseando jugar este formato diferente al que estoy acostumbrado", dijo.
Con molestias en el cuello que le impidieron participar en el Arnold Palmer Invitational, Tiger ha logrado un décimo puesto en el WGC de México, y en The Players terminó trigésimo. "Mi entrenamiento ha sido bueno y me siento bien, sin molestias. Ahora tengo mucho trabajo. Tengo que vencer al tipo que tengo delante. Tengo que ganar los tres partidos para seguir. No es complicado, sólo hay que vigilar al jugador que tengo enfrente".
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