Ya estamos en 2018 y este año tiene que ser el de la confirmación de la explosión del golf español masculino en un 2017 que nos ha dado mucho más de lo que pedimos en 2017.
Sólo el Masters de Augusta de Sergio García colmó las aspiraciones de los miles de aficionados y jugadores españoles que, por fin, respiramos profundamente quitándonos también un peso de encima cuando a Sergio le pusieron la Chaqueta Verde.
“El niño” se había hecho un hombre, por fin, y todo lo que había luchado en la realidad y en sus sueños dio un salto de calidad para meterse en el Club de los que han ganado un Major en su carrera. Ya estaba dentro de la historia de este deporte y da la sensación de que todavía lo mejor está aún por llegar.
Con él, la explosión también de un Jon Rahm que en su primer año de profesional nos ha dejado con la boca abierta. Tres victorias -dos en Europa y una en Estados Unidos- le han colocado en lo mejor del golf mundial en apenas 365 días.
Es cierto que como asignatura pendiente tiene todavía la de hacer un buen papel en algún Major. Este año no ha brillado en ninguno de ellos, pero en 2018 va a tener cuatro nuevas oportunidades para ganar y seguir optando a colocarse como número 1 del mundo a no mucho tardar.
Rafa Cabrera Bello tiene que dar otro salto de calidad. Tiene juego de sobra y mentalidad ganadora. En 2018 tiene que volver a estar en lo más alto y lo tiene que hacer en Estados Unidos para seguir mejorando puestos en el Ranking Mundial y formar un trío mortífero con Jon y Sergio.
Este es año de Ryder Cup y los tres querrán estar en París, en el Golf National, defendiendo la bandera europea y la del golf español. Tendrán, es cierto, una gran responsabilidad pero también es cierto que sus compañeros, el propio capitán del equipo, Thomas Bjorn, y los aficionados del Viejo Continente se lo exigirán. Quedan nueve meses para que llegue el mes de septiembre pero imagino que contaremos casi cada día para ver si los tres están en la cita parisina cumpliendo uno de los objetivos primordiales de la temporada para los tres.
Pero el golf español es más que García, Rahm y Cabrera. Este año hemos batido un record de victorias espectacular, ganando en todos los grandes circuitos profesionales y al golf español sólo le ha quedado ganar en el LPGA.
Las chicas tienen que mejorar y Carlota Ciganda debe de volver a la senda del triunfo cuanto antes. La LPGA y el LET serán este año, de nuevo, nuestro foco de atención y ojalá que con más victorias y buenas sensaciones de las nuestras.
Sólo nos queda seguir confiando en nuestra cantera -masculina y femenina- y seguir esperando victorias en los torneos más importantes del mundo y que el Open de España vuelva al calendario. El golf español no se puede permitir olvidar nuestro torneo enseña. De todos depende que vuelva a celebrarse, así que esperemos que en 2018 no suceda lo que ha pasado en 2017.
Además, este 2018 será el de la vuelta definitiva de Tiger Woods, quien sabe si seguirá siendo el del dominio casi absoluto de las coreanas en el LPGA, el de la recuperación de licencias para el golf español o el de la vuelta a la confianza de los patrocinadores a este deporte. Un año con muchas expectativas y con muchos sueños.
Ojalá que cuando termine podamos decir que mereció la pena.