Aplaudo y no paro de aplaudir a Sergio García no solo por su victoria de hoy en el Andalucía Masters de Valderrama, torneo que si ha salido adelante, ha sido gracias a él; sino por todo lo que significa esta victoria. Sergio es muy grande.
No escondo que siempre he sido una gran defensora de Sergio; he apostado por él cuando decían que estaba “acabado”, de lo que siempre me reí, ¿cómo va a estar acabado un deportista que se mantiene en los primeros puestos del ránking mundial? Le he defendido incluso en sus peores gestos, porque todos tuvieron su explicación; he tratado de callar bocas que luego se han callado solas con el tiempo. Siempre he creído en él, desde que era un niño y lo ganaba todo, hasta que dejó de hacerlo, y por supuesto cuando ha vuelto a ganar lo más grande.
Hoy ha ganado, y esta no es una victoria más en su palmarés; yo creo que es un triunfo muy importante. Ya antes de hacerse con el título el de Borriol proclamaba que “es el mejor año de mi vida”, como avisando que, pase lo que pase mañana, voy a estar igual de satisfecho con lo que he hecho. Y era para estarlo. El mismo año que gana su primer Grande (ojo que insisto en eso de PRIMER, porque estoy convencida de que alguno más caerá), se casa con la mujer de su vida, va a ser padre y ha logrado la madurez más absoluta. Y lo remata con doblete en su campo favorito, donde ha encontrado luces y sombras a lo largo de los 13 torneos que ha disputado aquí, en Valderrama, a lo largo de su carrera.
Todo lo que sucede alrededor del Andalucía Valderrama Masters lleva el sello de Sergio que debemos agradecer; empezando por la celebración de este torneo, el único que hay ahora en España que, si no es por su apoyo, no sale adelante; gracias Sergio. El plantel de jugadores no estaría en Valderrama si no fuese encabezada por el campeón del Masters de Augusta, no sólo por los ganadores de Major Padraig Harrington, Danny Willett o su amigo Martin Kaymer, sino la presencia de Jon Rahm o Gonzalo Fernández Castaño, cruzando el charco para apoyar al golf español y al torneo de Sergio; gracias a todos. Aunque nunca se ha pronunciado políticamente, gesto que le honra, el hecho de haber puesto, con el apoyo del director del torneo, José María Zamora, banderas de España en los hoyos, en una de las semanas más convulsas políticamente de los últimos 40 años, ha mostrado un apoyo a su país que ha tenido una grandísima aceptación; gracias Sergio.
Y ya entrando en competición pura y dura, ver a Sergio con opciones de ganar siempre es un lujazo; verle hacerlo en su país, aún mayor. Y además en las condiciones en que ha ganado, con un juego espectacular, y emoción a máximo nivel hasta el último hoyo de la competición, no tiene nombre.
Ole ahí Sergio, por muchos motivos, nos tienes a todos a tus pies. ¡Gracias!