La fauna local, un espectáculo
Las 250 especies naturales de la Reserva de Marapendi son un tremendo atractivo para los espectadores que están disfrutando del golf olímpico. Además de las que viven en las zonas interiores de juego, como las capibaras, jacarés, caimanes o todo tipo de aves, hay unos micos muy curiosos en los terrenos protegidos que no se escapan de las fotografías de los aficionados.
Un campo para hombres
No es una cuestión de discriminación, sino de logística. El hecho de celebrar los torneos masculino y femenino de manera consecutiva ha sido un quebradero de cabeza para los montadores de la infraestructura del campo. Como es lógico, no les ha dado tiempo a adelantar los elementos fijos, como las gradas de los tees de salida, y eso hace que ahora las chicas salgan desde una posición más desangelada, sin tanto calor popular. Igualmente, los aseos para los jugadores se han quedado en las distancias de los hombres, por lo que ellas tienen que darse sus buenos paseos cada vez que quieren utilizarlos.
Los bares, en horas bajas
La menor asistencia de espectadores a las primeras jornadas femeninas ha pillado desprevenidos a los vendedores de bebidas. Estaban acostumbrados a grandes colas de compradores la semana pasada y ahora la mayor parte de los kioskos han cerrado ante la falta de clientes. Esperan, eso sí, que en la última jornada cambie la dinámica y puedan hacer buena caja.
Capitanes que repiten
Aunque lo habitual es que los equipos masculinos y femeninos tengan distintos representantes en estos Juegos, hay tres países que han decidido ofrecer la responsabilidad a las mismas personas: Gary Player, Ian Baker-Finch y Paul McGingley están ejerciendo de capitanes durante las dos semanas.