Una vez más nos encontramos a tiro de piedra de que empiece el Grande por excelencia, el Supertorneo organizado por el Royal & Ancient, el que se disputa en la cuna del golf.
Estamos hablando del Open, porque los organizadores opinan, y yo creo que con razón, que no es necesario apellidarlo ya que es el Abierto que primero se celebró, el que lleva más ediciones y el que sirvió de idea para los demás.
La verdad es que esta precisión se hizo no hace demasiado tiempo y, por ejemplo, cuando Seve ganó sus tres jarras de clarete era el Open Británico, pero ya digo, ahora no hace falta y lo entiendo.
Si cualquier plaza de toros del mundo intentara discutirle la supremacía a las Plaza de las Ventas, me daría la risa al principio y acabaría molestándome, y el ejemplo es bueno porque los toros son a España, más o menos, lo que el golf a las Islas Británicas, y es justo reconocerlo.
Esta edición, la número ciento cuarenta y cinco, la centésimo cuadragésimo quinta, incluye en su lista de jugadores a cinco españoles, lo que es una buena noticia y exige que los enumeremos. Sergio García, Rafa Cabrera, Miguel Ángel Jiménez, Jon Rahm y Scott Fernández, que ha dado la sorpresa al clasificarse en las previas y ganarse un puesto justo por delante de Colin Montgomerie, que consiguió el tercer y último billete para Royal Troon.
Ojalá que todos los nuestros lo hagan muy bien, y tendremos la vista puesta en ellos, con más presión para los tres primeros y sólo expectación y buenos deseos para los más jóvenes, Rahm y Fernández. Van a enfrentarse a un campo difícil, como es habitual en todos los Open Championship, situado al sudoeste de Glasgow, y que presenta el hoyo más corto y el más largo de los campos que entran en la rotación de este Grande.
El Hoyo 8 es un par tres de ciento doce metros de largo que se llama el Sello de Correos por lo pequeño que es el “green”, treinta y nueve metros cuadrados, mientras el Hoyo 6 es un par cinco de quinientos cincuenta metros de largo, lo que por sí mismo es un récord y una dificultad. Bueno, sólo queda esperar un par de días y estaremos viviendo el torneo de golf más antiguo sobre la faz de la tierra, y el segundo evento deportivo en antigüedad tras la Copa del América, la tradicional regata que empezó con un desafío de una goleta americana así llamada a sus contendientes ingleses.