Con el regreso de LIV Golf Andalucía, el Real Club Valderrama se convierte una vez más en epicentro del golf internacional, donde el equipo local Fireballs GC aterriza con fuerza gracias a una alineación vibrante liderada por dos prometedores talentos españoles: David Puig y Josele Ballester. Para Ballester, este evento tiene un sabor especial, ya que marca su debut en territorio español dentro de la liga, tras incorporarse al circuito en junio.
A sus 21 años, Ballester se suma como el más reciente integrante del contingente español en LIV Golf, compartiendo equipo con su excompañero universitario en Arizona State, David Puig, y bajo el liderazgo del capitán Sergio García. La sinergia entre los jugadores refleja el espíritu juvenil del equipo y una visión compartida que sigue tomando forma.
Ballester hizo su debut como profesional en LIV Golf Virginia, mostrando determinación y humildad desde el primer momento. Su adaptación ha sido favorecida por el entorno cercano, rodeado de grandes amigos y colegas de confianza. Él mismo destaca la importancia de contar con referentes tan cercanos: “Ya conocía muy bien a Sergio y David, son grandes amigos míos. Estar rodeado de gente increíble y compañeros cercanos como todos los del equipo de Fireballs me está ayudando a crecer no sólo como jugador, sino también como persona”.
Sus años en Arizona State y la experiencia adquirida en el equipo nacional han cimentado una base sólida para afrontar los retos del golf profesional. “Mi paso por Arizona State me preparó bien, y he tenido la suerte de aprender de algunos de los mejores. Sé que lleva tiempo adaptarse, pero estoy entusiasmado con lo que me espera. Estoy en el lugar adecuado para seguir creciendo”, añade Ballester.
Por su parte, Puig, que ya es una figura consolidada en el circuito, valora la evolución del equipo y el efecto positivo de compartir camino con viejos conocidos. “Estoy muy contento y creo que el equipo ha crecido mucho. Sergio está jugando a un nivel muy alto, Abraham siempre es un luchador, y ahora con Josele también, nos llevamos muy bien y hacemos muchas cosas juntos. El equipo se siente más fuerte este año, sin duda”.
Esa conexión dentro del equipo ha sido clave en el proceso de integración de Ballester, como confirma Puig: “Hay una gran diferencia cuando compites con gente que conoces y en la que confías. Ya hemos compartido muchos momentos, y Josele encaja perfectamente en el espíritu de equipo que hemos construido”.
El vínculo con Sergio García también ha influido en la trayectoria de los dos jóvenes. Para Ballester, García no es solo un ídolo de infancia, sino también una guía constante. “Sergio siempre ha sido un modelo a seguir. Crecí viéndole jugar. Su padre ha sido mi entrenador durante los últimos ocho años, así que he tenido la suerte de aprender mucho de los dos: de cómo ven el golf y de todo lo que han vivido en este deporte”.
Puig añade: “Sergio es simplemente increíble, especialmente en campos difíciles como Valderrama. Su habilidad para no meterse en problemas, encontrar calles y greens... No puedes evitar darte cuenta de las pequeñas cosas que marcan una gran diferencia. Estar cerca de él nos ayuda a todos a mejorar”.