El LIV Golf Series aterriza esta semana en Dallas para disputar su novena cita de la temporada 2025, un torneo que no solo representa una nueva oportunidad de sumar puntos y premios millonarios, sino que también se convierte en el último gran test antes del esperado LIV Golf Valderrama y, para algunos, la última bala para clasificarse al Open Championship en Royal Portrush. En este contexto, la atención se centra en los cuatro españoles presentes: Jon Rahm, Sergio García, David Puig y José Luis Ballester, quienes llegan con motivaciones distintas pero con un mismo objetivo: brillar en el Maridoe Golf Club.
El torneo se disputa del 27 al 29 de junio en el exigente recorrido texano de Maridoe, un par 72 de 7.425 yardas que ya fue sede del Team Championship en 2024 y que se caracteriza por su diseño estratégico, greens rápidos y condiciones cambiantes por el viento. El formato será el habitual del circuito saudí: 54 hoyos sin corte, con clasificación individual y por equipos, y una bolsa de premios de 25 millones de dólares, de los cuales 4 millones irán al ganador individual y 3 millones al equipo campeón.
El gran referente del golf español y actual número tres del ranking individual del LIV, Jon Rahm, llega a Dallas con la mirada puesta en consolidar su posición de privilegio antes del tramo decisivo del calendario. Su equipo, Legion XIII, lidera la clasificación por escuadras con una ventaja mínima sobre Crushers GC, y el propio Rahm ha sido clave en esa regularidad. Aunque aún no ha ganado un torneo esta temporada, ha encadenado múltiples top 5 que lo mantienen en la pelea por el título final.
Rahm, que ya tiene asegurada su plaza en el Open Championship, utilizará este torneo como preparación ideal para afrontar Valderrama, donde espera conquistar su primer título en suelo español dentro del LIV. Su juego largo, su temple competitivo y su capacidad para adaptarse a campos exigentes lo convierten en uno de los grandes favoritos esta semana, aunque el campo de participantes está repleto de figuras como Bryson DeChambeau, Brooks Koepka, Cameron Smith o Dustin Johnson.
Para Sergio García, Dallas representa mucho más que un torneo más en el calendario. El castellonense, capitán de los Fireballs GC, se juega su clasificación directa al Open Championship. Actualmente es cuarto en el ranking del LIV, y si logra mantenerse en esa posición tras el torneo, obtendrá su billete a Royal Portrush, ya que los tres primeros (Niemann, DeChambeau y Rahm) ya están clasificados por otras vías.
El joven barcelonés David Puig también tiene mucho en juego en Dallas. Tras perderse el último torneo por problemas físicos, necesita un resultado sobresaliente —al menos un tercer puesto en solitario— para optar a una de las plazas disponibles para el Open. Su rendimiento esta temporada ha sido irregular, pero ha mostrado destellos de gran nivel, especialmente en los torneos por equipos, donde ha sido un pilar para los Fireballs.
Puig, que comparte equipo con Sergio García, Abraham Ancer y Luis Masaveu, sabe que esta es una de sus últimas oportunidades para dar un golpe sobre la mesa y consolidarse como una de las jóvenes promesas del golf mundial. Su potencia desde el tee y su agresividad en los pares 5 pueden ser claves en un campo como Maridoe, donde los birdies escasean y cada error se paga caro.
La gran novedad española esta semana es la presencia de José Luis Ballester, quien debuta como miembro oficial de los Fireballs tras completar su etapa universitaria en Estados Unidos. Josele, como se le conoce en el circuito, es una de las grandes promesas del golf español y su incorporación al LIV ha generado gran expectación. Aunque su rol inicial será de aprendizaje y adaptación, no se descarta que pueda sorprender con alguna ronda baja, especialmente si logra soltarse desde el primer día. Ballester sustituye a Luis Masaveu en la rotación del equipo, una decisión que estaba prevista desde el inicio de la temporada y que responde al calendario académico del joven castellonense. Su presencia en Dallas es también una oportunidad para medirse con los mejores del mundo y preparar su participación en Valderrama, donde jugará por primera vez como profesional en España.
Más allá de los españoles, el torneo presenta un cartel de lujo. Bryson DeChambeau, que juega en casa, buscará su primer triunfo en suelo texano y parte como uno de los grandes favoritos. También destacan Joaquin Niemann, líder del ranking individual, y Brooks Koepka, siempre peligroso en campos largos y exigentes. En el plano colectivo, la lucha entre Legion XIII y Crushers GC por el liderato por equipos añade un aliciente extra. El torneo también servirá como termómetro para medir el estado de forma de los jugadores de cara al Open Championship. Para muchos, será la última oportunidad de afinar el swing, ajustar el putt y ganar confianza antes de afrontar el último major del año. En este sentido, Dallas se convierte en un escenario clave, tanto por su dificultad como por su cercanía temporal con Valderrama y Portrush.
El LIV Golf Valderrama, que se disputará la próxima semana en el mítico recorrido gaditano, será el gran evento del verano para el golf español. Allí, Sergio García defenderá su título, Jon Rahm buscará su primera victoria en casa, y David Puig y Josele Ballester jugarán ante su público. Pero antes, queda Dallas, un torneo que puede marcar el rumbo de la temporada para muchos.