El AT&T Pebble Beach Pro-Am vivió un segundo día lleno de contrastes, con Sepp Straka consolidándose como líder tras firmar su segundo 65 consecutivo (-7) para alcanzar un acumulado de 14 bajo par (130). El austriaco se mostró intratable en Pebble Beach, aprovechando las condiciones relativamente tranquilas antes de que el viento y la lluvia hicieran acto de presencia en la parte final de la jornada. Straka, quien viene de una victoria en The American Express hace dos semanas, demostró que su juego se adapta perfectamente tanto a los campos del desierto como a los escenarios costeros. Su única mancha del día fue un bogey en el hoyo 16, pero lo compensó con un sólido birdie en el 18 para extender su ventaja a tres golpes sobre Russell Henley (-11) y Cam Davis (-11). "El viento pasó de cero a 35 kilómetors por hora en cuestión de minutos", explicó Straka tras su ronda. "El cambio en las condiciones fue drástico, pero logré mantener el control".
La jornada no fue tan benévola para Rory McIlroy. El norirlandés inició con fuerza, consiguiendo cuatro birdies en sus primeros siete hoyos, pero un tramo complicado entre los hoyos 12 y 16, donde encadenó una racha negativa con cuatro bogeys en seis hoyos, Fue como si el norirlandés se hubiera desconectado. Sin embargo, logró cerrar con un espectacular eagle desde siete metros en el hoyo 18, para una tarjeta de 70 golpes (-2) que lo deja a seis golpes del líder (-8).
Por su parte, Scottie Scheffler, en su regreso tras un mes fuera de competición por una lesión en la mano, mostró su habitual solidez con un 70 (-2) en Spyglass Hill. El número uno del mundo encadenó tres birdies consecutivos y logró una salvada milagrosa en el 18, donde su bola terminó en la playa tras un golpe demasiado agresivo. Scheffler caminó 270 metros para encontrar su pelota entre las rocas y algas, logrando finalmente rescatar un par antológico. "Después de ese golpe desde el tee, firmar el par fue un alivio", comentó Scheffler. "No me quejo". El texano se encuentra siete golpes detrás del líder (-7), con margen para escalar posiciones durante el fin de semana.
Los pronósticos indican que el viento podría alcanzar ráfagas de hasta 50 kilómetros por hora, lo que cambiará radicalmente la estrategia de los 79 jugadores (tras la baja de Ludving Aberg) que se enfrantarán a un fin de semana que promete mucho drama.