Definitivamente Jon Rahm apenas tendrá opciones de victoria salvo milagro en esta 105º edición del PGA Championship que se disputa en Rochester, New York en el recorrido de Oak Hill.
En un día donde la lluvia fue la clara protagonista de la jornada, Jon necesitaba una vuelta casi imposible para darle la vuelta a la tortilla y subir todas las posiciones posibles en la tabla para intentar acercarse a los líderes que partían con nueve golpes de ventaja sobre del de Barrika que tras la jornada del viernes de -2 terminaba con +4 en su marcador por +5 de los tres colíderes del torneo.
El ganador del último Masters de Augusta salió a por todas en el "día del movimiento". En sus nueve primeros hoyos, cinco bogeys y un solo birdie le dieron de bruces con la realidad y con un +4 que le dejaba con +8 en el marcador general y aún con nueve hoyos por delante para intentar empezar a creer en una remonatada que cada vez se hacía más difícil.
En la segunda parte de su vuelta Rahm empezó con un nuevo bogey en el 10 para terminar con tres birdies en el 13, 14 y 17 para terminar con 72 golpes y decir adiós definitivamente a este PGA Championship y ya con el único objetivo de intentar hacer una buena vuelta el domingo para terminar lo más alto posible en la clasificación.