Después del primer hoyo del Pelican Golf Club, un par cuatro muy asequible donde Thomas y Woods lograron el birdie después de dejar su bola muy cerca del green con el driver, los tres siguientes hoyos del The Match -competición benéfica para los afectados por el huracán Ian que asoló Cuba, dejando a la isla sin luz, y la costa oeste de Estados Unidos dejando 156 muertos- se saldaron a favor de la pareja formada por Dustin Johnson y Jordan Spieth que, prácticamente, sentenciaban la competición a falta de ochos hoyos por jugar.
Y no porque Woods y McIlroy, el número 1 del mundo, no pudieran remontar, sino porque el juego de Tiger Woods dejaba mucho que desear y su fascitis plantar en el pie derecho dejaba señales en cuanto el ex número uno del mundo daba unos pasos en el campo.
Pero lo de menos era la competición y quien se llevaría la victoria. Tras los hoyos jugados, algo más de dos millones de dólares recuadados y la sensación de que el The Match habia sido, cuando menos, original -se jugaron 12 hoyos, por la noche y con el campo iluminado- aunque la verdad, fuera de greenes y tees, no se veía mucho más.
Al final, foto de familia y a la espera de que Tiger Woods juege esta próxima semana lo que será su última cita del año tras este The Match, el Fathers & Sons que jugará con su hijo Charlie intentando conseguir una victoria que el año pasado se les escapó por muy poco.