La Ryder Cup tiene desde hace años un sistema para evitar que un partido se pueda ganar sin ser jugado por uno de los rivales por lesión. En caso de que eso se produzca, el capitán mete en un sobre el nombre de un jugador que en caso de lesión de un rival no jugará el partido repartiéndose ambos equipos medio punto.
Pero este año, el sobre va a tener más protagonistas y es que además de prever la lesión de alguno de los 24 jugadores, se va a tener en cuenta si alguno de ellos pudiera contagiarse durante el torneo de Covid-19 y no pudiera jugar alguno de los partidos de individuales.
Como en el caso de las lesiones, los capitanes deberán poner en un sobre el nombre de tres jugadores por si algún miembro del equipo rival tuviera el Covid-19 o dieran positivo en una de las pruebas.
El sobre solo entraría en juego para los partidos del domingo. En los dos primeros días de juego, cuatro jugadores no participaran en cada una de las cuatro sesiones por lo tanto, si hay un jugador lesionado o si un jugador da positivo por COVID, su sustituto estara listo sin problemas.
Según el acuerdo de los capitanes, cualquier jugador que de positivo por COVID, incluso mientras juega un partido, será inmediatamente inelegible para el resto de la Ryder Cup. Si hay una lesión o un positivo por COVID antes de que comiencen los partidos, un jugador que no esté en la lista podría reemplazar al jugador.
Hay que decir que cada uno de los 24 jugadores y caddies que tomarán parte en el torneo se han hecho un test de COVID-19 antes de viajar y luego otro al llegar a Whistling Straits.