Jim Furyk es como un tiburón que tiene a su presa bien agarrada y que da la sensación de que no la quiere soltar. En la tercera jornada del U.S. Open el estadounidense con el swing más particular del mundo volvió a estar brillante y tras los 64 golpes que firmó el viernes los 66 de este sáfdao le dejan más arriba, más en solitario y con muchas más opciones de conseguir la victoria, sobre todo con las condiciones en las que se ha jugado la jornada.
Con sus marcadores en bajo par sólo siete jugadores más entre los que destaca el canadiense Stephen Ames que con -4 es el que más cerca esta de un Furyk que parece inalcanzable. Quizá también tienen alguna posibilidad de victoria Retief Goosen y Steve Flesh con -4 y -2, aunque a fuerza de ser sinceros sus opciones parecen muy escasas.
Miguel Ángel Jiménez, que el viernes terminó tercero, este sábado no ha estado a la altura del torneo. Con 72 golpes ha bajado doce posiciones y con +1 en el total sólo le queda hacer borrón y cuenta nueva e intentar mejorar sus números de cara a la ronda final.