Quizás este mirando en la parte alta de la tabla en busca del Dustin Johnson. Pues ahí no va a encontrar al estadounidense. Es verdad que es el gran favorito para ganar y reeditar su victoria de hace apenas cinco meses. Es verdad que es el número uno del mundo y que todas las miradas están puestas en él. Pero en el Masters no es fácil situar a un jugador en la tabla hasta que no llega a la casa club.
De hecho, ni siquiera con todos esos méritos que ya hemos relatado, el diseño de Bobby Jones ha respetado al vigente campeón que arrancó con bogey aunque lo compensó rápidamente con un birdie en el siguiente.
Un resultado que mantendría durante poco tiempo. Enseguida llegaba otro bogey y no fue hasta el hoyo 11 cuando volvía a usar el lápiz para quitar golpes de su tarjeta. Concretamente dos, uno en el 11 y otro en el 13.
Lamentablemente, nada estaba decidido y en el 16 un bogey le volvía a trastocar las cuentas justo antes de que el hoyo 18, todo un matagigantes en esta primera ronda, le obligara a sumar un doble bogey que elevaba a 74 golpes su primera tarjeta.