Pablo Larrazábal ha terminado su segunda vuelta en Valderrama con 72 golpes. El jugador catalán ha coincidido con todos en que hoy ha sido un día más complicado. "Es curioso. Ayer falló el juego largo y el putt era de otro planeta, y hoy al contrario", se quejaba.
El viento y los greenes han tejido un tablero más difícil y todos lo han notado. "Me he dejado 7-8 hoyos con seis putts de tres metros y me voy con ese puntito amargo", decía.
En todo caso, Pablo Larrazábal sabe que está con -2 "fuera del radar" de la cabeza y "ahí es donde puedo hacer más daño", e insiste en que "a ver si puedo juntar el juego de hoy con el putt de ayer".
Con tres birdies en la primera vuelta parecía que pasaba al ataque, pero en la segunda, un único birdie en el hoyo 14 con bogeys en el 12, 13 , 15, 17 y 18 le dejan un poco más lejos. Aún así no desiste y aspira a ponerse a dos o tres golpes el domingo.