Parece que no funciona con Justin Rose ese dicho popular que otorga ventajas a madrugar. El inglés salió hoy en el turno de mañana y su resultado ha sido muy diferente al de ayer. De hecho, necesitó de seis hoyos para anotar su primer birdie.
Un resultado que, por cierto, no sorprendió a nadie. El británico pasaba ayer por lo mismo, hilvanar los primeros hoyos de la segunda vuelta a base de pares, aunque en esta ocasión la cosa le ha pillado en frio. Después de poner su bola en juego por el tee del 10, hasta el hoyo 15 no llegaba la primera de las dos restas que lograba en esos nueve hoyos.
En la segunda parte, dos bogeys empeoraban una situación ante la que poco tenía que hacer el tímido birdie que firmó en el hoyo 2. Al final, las rentas que arrastraba de la ronda inaugural le han servido para los 70 golpes de su tarjeta valieran para aguantar, provisionalmente, el liderato.