Tras el Masters de Augusta de 2018, que contó con la victoria de Patrick Reed al que le puso la Chaqueta Sergio García, ganador del torneo el año pasado, el golf europeo retomaba su actividad en madrid con la disputa del Open de España en las instalaciones del Centro Nacional del Golf, sede de la RFEG que organizó el torneo con prisas de última hora y con un campo que tras unos meses de muy mal tiempo intentó estar en las mejores condicioones posibles para acoger una nueva edición del tercer torneo más antiguo de la Europa Continental.
El Open se jugó con dos días de mucho frío el jueves y el viernes y un sol espectacular el fin de semana. La presencia de todos los grandes jugadores españoles, a excepción de Sergio García, hizo que las cifras de asistencia al torneo se dispararán hasta los 50.000 espectadores. Unos números desorbitados para un Open como el español que además, según la RFEG, acogió a más de 8.000 espectadores que no estaban federados y que nada tenían que ver con este deporte.
Al éxito organizativo y de público se unió también el deportivo con una victoria de Jon Rahm apoteósica en una última jornada irrepetible y que no se decidió hasta el último momento.