Poco ha durado Justin Rose sentado en el trono mundial. Después de su mal arranque en Masters, del que se quedaba fuera en el corte, el inglés dejaba el terreno abonado para que el estadounidense Dustin Johnson vuelva a coger este próximo lunes, el cetro del golf mundial. Una recompensa que, sin lugar a dudas, se ha ganado con creces a lo largo de la semana en Augusta.
Johnson comenzaba el torneo anotando 68 golpes sobre el recorrido de Alister Mackenzie, al que le sacaba cinco birdies en una jornada donde solo se dejó ganar por el hoyo 10. En la segunda ronda, la que daba acceso al corte, Johnson se salvaba de la criba con una vuelta de 70 golpes. Esta vez el error llegaba en el hoyo 1 y, a partir de ahí, mantenía el tipo a base de pares hasta que, ya en el hoyo 10, empezaba a restar golpes. Tres birdies le aseguraban su permanencia el fin de semana.
Otra vez 70 impactos certificaban el trabajo del sábado y, como si quisiera poner su tarjeta en capicúa, hoy se ha despedido del Augusta National con 68 golpes y con la esperanza de que a Tiger Woods le fallase el pulso y aún le quedase alguna opción.
Lamentablemente, el camino de Tiger hacía su quinta Chaqueta Verde era suficientemente firme como para que el -12 con el que esperaba en casa club valiera para ganar.
En cualquier caso, la recompensa que ha recibido Johnson de su semana en Augusta nbo esta nada mal. Regresa al número 1 del mundo después de acabar segundo en la edición mejor pagada del Masters.