El Open Championship en su ciento cuarenta y siete edición se jugará en un campo de infausto recuerdo para el golf español y para Sergio García. Fue en 2007 cuando el castellonense llegó a la última jornada con seis golpes de diferencia sobre sus rivales y sobre un Padraigh Harrignton que remontó la diferencia y supo esperar su momento.
Sergio tuvo su oportunidad entonces para lograr el triunfo que hubiera significado su primer Major y el cuarto Open Championship para el golf español tras los tres de Severiano Balletesros pero la bola, tras tocar el borde del hoyo, no entró y Harrignton ganó después ese histórico Open.
Ahora Carnoustie, uno de los mejores recorridos de la rotación del tercer major de la temporada, acogerá una gran cita que contará de nuevo con los mejores jugadores del mundo a tan sólo unos meses de que se dispute en París la Ryder Cup. Carnoustie será juez y parte en la composición de los dos equipos y dictará, seguro, su sentencia.
En cuanto a los españoles, cuatro serán los representantes de la "Armada" en Escocia: Sergio García, John Rahm, Rafa Cabrera Bello y un Jorge Campillo que está jugando al máximo nivel esta temporada. Los cuatro intentarán lograr el más difícil todavía: ganar una Jarra de Clarete que sólo tiene en sus vitrinas el mito Severiano Ballesteros. Ya va siendo hora de que alguno de los nuestros vuelva a sumar una Claret Jug que sería, como ya sucedió con el Masters de Augusta, un nuevo empujón para el golf español.
Con ellos hombres de prestigio, como un recuperado Tiger Woods que sigue soñando con ganar tras su vuelta y no digamos con volver a ganar un Open. Para él sería la confirmación definitiva de que de nuevo está al nivel de los mejores aunque la realidad parece mucho más alejada de ese pensamiento.
Y como todos los años muchos favoritos. Allí estarán desde Ricky Fowler, el controvertido Phil Mickelson, Jordan Spieth -defensor del títilo- Dustin Johnson o los europeos Rory McIlroy, Francesco Molinari, Henrik Stenson Ian Poulter, Paul Casey y tantos otros que intentarán levantar la famosa Jarra el domingo por la tarde.