En el torneo donde hace doce meses ganó Jon Rahm con aparente facilidad esta temporada ha quedado tercero a un golpe Jorge Campillo, que lleva un año más que notable y cuarto a dos golpes del ganador ha sido el vasco, lo que es una más que digna manera de defender título. No esperamos menos de Rafa Cabrera Bello, que esta semana defenderá el suyo en el Open de Escocia, campeonato que ganó en 2017 y que va a ser la antesala de El Open, con mayúsculas y sin apellidos.
Esto provoca que muchos jugadores del circuito americano se apunten a jugar en la tierra del golf y del whisky, en la esperanza de ganar “feeling” con los campos europeos y el modo de entender este deporte en el lado de acá del charco. En “La tesis de Nancy”, una deliciosa novela de Ramón J. Sender publicada en 1962, la protagonista americana visita Sevilla y descubre multitud de casas de estilo californiano desconociendo que es justo al revés, que las originales son las de acá, y las de allá son las que realmente podrían llamarse de estilo andaluz.
Algo parecido les ocurre a los americanos con el golf, y muchos de ellos parecen desconocer que el de verdad, el original, es el que se juega aquí, con esos campos mucho más naturales, con un “rough” que hace honor a su nombre, con calles llenas de montículos que llevan la bola a cualquier sitio menos al deseable y con unos “bunkers” que de verdad son un castigo. No hablemos de J. B. Holmes, que reconoció no saber dónde está Sant Andrews ni la importancia que tiene.
La semana siguiente los participantes se encontrarán con Carnoustie, probablemente el campo más difícil de la rotación de El Open, y si lo dudan que hablen con Sergio García, al que este recorrido le debe un Grande y ojalá se lo pague dentro de un par de domingos.
En fin, no quiero pasar por encima del John Deere Classic y del Open de Escocia, que seguro que van a resultar entretenidos y emocionantes, pero no veo el momento de que empiece el Británico. Sólo la Copa del América, Fórmula Uno de la navegación a vela, es más antigua que el Open Británico como competiciones deportivas que son, y seguro que la centésimo cuadragésimo séptima edición de éste no nos va a defraudar.