Cinco años han tenido que pasar para que el zurdo de San Diego, Phil Mickelson, volviera a saborear las mieles del triunfo en un año de Ryder Cup en el que el de Arizona quiere estar en París luchando por intentar reeditar la victoria de sus compatriotas en 2016 en suelo americano.
Y Phil ha comenzado la temporada de una manera brillante, con el Masters de Augusta a tiro de piedra y con este triunfo en un Play-off y sobre un Justin Thomas que cada semana demuestra que es uno de los mejores jugadores del mundo.
Mickelson sabía que esta era una gran oportunidad para él, en un campo no muy largo en donde los grandes pegadores -tipo Dustin Johnson o Jon Rahm- no iban a tener tantas oportunidades de destacar.
Mickelson supo aprovechar sus oportunidades esperando el momento oportuno para atacar. En las dos primeras vueltas terminó con dos buenas tarjetas pero sólo aceptables. El jueves firmó 69 golpes y el viernes 68. Pero fue el sábado, con una vuelta de 65 golpes, y este domingo con otra gran tarjeta de 66, cuando el de San Diego demostró que todavía tiene magia en la manos y que su calidad sigue ahí, y lo más importante: que esa magia todavía es suficiente para ganar un torneo como este, toda una cita de los Campeonatos del Mundo, con los mejores jugadores y con toda la presión de saber que tenía que ganar si quería seguir teniendo opciones de estar en la Ryder de París.
Con Justin Thomas esperando en casa club con un -16 logrado en una gran vuelta que culminó con eagle en el 18, Mickelson estaba obligado a hacer un biride en el 17 o el 18 para igualar al líder y optar al Play-Off y lo logró en el 17 con un tremendo birdie de casi cuatro metros. En el 18 firmó el par y de nuevo en el 17 -el primer hoyo del Play-off- firmó el par después de que Thomas acabara con bogey logrando una de las victorias más emocionantes de su vida.
En la orilla se quedó el inglés Tyrrell Hatton, que finalizó con bogey al 18 dejando escapar sus posibilidades de jugar el desempate mientras que el mejor de los nuestros, el canario Rafa Cabrera Bello, terminaba tercero empatado con Hatton en un enorme torneo para él que le hará subir varios puestos en el Woorld Ranking este lunes.
Por detrás de ellos, con -13 terminaron quintos Kiradech Aphibarnrat y Brian Harman mientras que Sergio García finalizaba séptimo con -12. Los otros dos españoles en juego, Jon Rahm y Jorge Campillo terminaron vigésimo y vigésimo séptimo, respectivamente, en una gran cita para el golf español en México.