Tiger Woods, que hace apenas unos días comunicó que volvía a la competición y que jugaría el Hero World Challenge tras su cuarta operación de espalda y una recuperación de nueve meses, ha vuelto al primer plano de la actualidad hablando ahora sobre los avances técnicos del golf y como el material está quitando protagonismo a lo que antes más primaba: los recursos y la calidad de os propios jugadores.
Tiger habló como primera premisa del vuelo de la bola. "Hay que hacer hacer algo con la bola de golf. Creo que vuela demasiado lejos Si queremos tener un campo competitivo estos deben rondar entre los 7.400 y 7.800 yardas pero si los materiales siguen mejorando dentro de poco tendremos que ver campos de 8.000 yardas”, dijo Woods en el popular podcast del entrenador de baloncesto femenino de la Universidad de Uconn, Geno Auriemma.
Severiano Ballesteros fue de los grandes defensores de la introducción de cambios para frenar el avance de la tecnología en el golf. El cántabro siempre defendió las bolas más grandes, que tuvieran menos hoyuelos para que volaran menos e incluso que en la bolsa no se pudieran llevar más de 12 palos.
“No sólo me refiero a las bolas de golf de la bola, también del tipo de campos que se diseñan y los torneos que quieren los jugadores", aunque aseguró que la USGA (La Asociación de Golf de Estados Unidos ya está trabajando en el tema.