Jon Rahm la ha vuelto a liar y en la tercera jornada del Waste Mangement Phoenix Open, la jornada del movimiento, ha decidido ir a por el partido, a por la victoria justo una semana después de su primer triunfo en el PGA Tour.
En su salsa, con su gente de Arizona, Jon Rahm salía por el 10 y comenzaba con birdie para levantar el ánimo, cosa que repitió en el 11. El ritmo ya no podía parar y en el 13 de nuevo un birdie le ponía en la senda buena. Un camino que parecía no tener final, embocando casi todo lo que tiraba y jugando a su mejor nivel.
Llegaron después los birdies del 15, del 16, y del 17. Especialmente emocionante el del par 3 mítico del 16, con la afición entregada y un Jon Rahm metido en su salsa, en la que le gusta. Con esas cifras y con 30 golpes en los nueve primeros de su vuelta Rahm empezaba a creer en la remonatada y en las opciones reales de luchar por la victoria el domingo si en la segunda vuelta seguía en esa línea.
En su segunda parte del recorrido su tendencia paró un poco pero su juego seguía igual de agresivo y potente. Del 1 al 9 Rahm tenía la oportunidad de seguir acercándose a la cabeza y en el 2 -su hoyo 11- conseguía un nuevo birdie que sería, de momento el último en esta segunda vuelta. Rahm encadenó después cuatro pares seguidos para firmar su primer bogey del día en el 7 -su hoyo 16- para terminar el 17 y el 18 con dos pares y un -6 que le deja con -9 total, algo lejos de la cabeza pero con unas sensaciones espectaculares de cara a una última vuelta en la que seguro intentará hacer de nuevo la machada y luchar por el triunfo o por un Top-3 que le seguirá manteniendo en las primeras posiciones de la FedEx Cup y seguir mejorando en el World Ranking.