Estados Unidos cuenta con un añadido de presión. Ha perdido en seis de las siete últimas ediciones, las de este siglo, y espera que en casa pueda recuperar la Ryder. Para ellos, un equipo capitaneado por Davis Love III que no quiere milagros, como en Medinah.
El equipo que Estados Unidos presenta para la Ryder de Hazeltine se terminó el pasado domingo con la cuarta elección del capitán. Ryan Moore se ganó el derecho a estar en su primera Ryder después de los extraordinarios Play Offs de la FedEx Cup, con un segundo puesto en el Tour Championship.
No es el único novato del equipo porque Brooks Koepka también se estrenará. El capitán ha buscado experiencia, aunque no ha sido lo más importante porque otra de sus llamadas ha sido para J.B. Holmes, que es el único jugador que estuvo en la victoria de 2008, el único triunfo estadounidense. Como tercera elección Ricie Fowler, con dos participaciones, y la cuarta Matt Kuchar, con tres Ryder jugadas y ninguna victoria.
La experiencia sin duda vendrá de la mano de Phil Mickelson, que afronta su undécima Ryder, el jugador que más duelos ha vivido de todos los participantes. Le sigue Zach Johnson con cuatro, mientras que Dustin Johnson acude como gran estrella de esta temporada con sus tres victorias, el Us Open incluido, aunque le puede pesar el hecho de haber perdido la FedEx Cup ante Rory McIlroy.
También será importante la aportación de Jimmy Walker, ganador del US PGA, mientras que Patrick Reed, Jordan Spieth y Brandt Snedeker, todos con victorias este año, son jugadores de los que sin duda se espera que puedan sumar puntos desde muy pronto.
Vigilando al equipo, Davis Love III cuenta con la ayuda de Jim Furyk, Tom Lehman, Steve Stricker, Tiger Woods y Bubba Watson, que tendrá que contentarse con verlo desde fuera a pesar de ser el número 7 del mundo.
El principal temor de los estadounidenses es la ansiedad de la revancha, y esperan que en casa puedan disfrutar de la segunda victoria del siglo XXI.