El golf sueco ha hecho mucho por el golf europeo y Henrik Stenson, su mayor valedor, ha estado cerca muchas veces de conseguir para su país su primer grande.
Una vez más, Stenson partirá entre los favoritos el último día para conseguir para él y para Suecia un Major que haría dar al país nórdico un salto de calidad, por lo menos en cuanto a reconocimiento internacional y palmarés en este deporte.
En su carrera, Stenson ha sido dos veces tercero en el Open Championship, en 2008 y 2010, y tercero también en el PGA Championship de 2004. Pero cuando más cerca estuvo de conseguir su primer Major fue en 2013, cuando terminó segundo del Open Championship que se jugó en Muirfield y que, curiosamente, ¿saben quién ganó?, Phil Mickelson.
Stenson buscará este domingo darle la vuelta a la tortilla de lo que sucedió hace tres años, cuando un imbatible Mickelson ganó la Jarra de Clarete y unos días antes había ganado también el Open de Escocia en una de sus mejores temporadas como jugador profesional.
Esta semana Mickelson llega habiendo jugado un mal Open de Escocia, donde sólo salvó la última ronda en la que firmó un 66 que le ha servido como excelente tarjeta de presentación para esta 145 edición de un Open en la que ha ido de más a menos, pero en donde llega a la ronda final con marchamo de favorito.
Si hay que elegir, yo me mojo por Stenson y por el golf europeo. Una victoria del nórdico saldaría muchas deudas con el golf del norte de Europa que, por fin, contaría con un grande en su palmarés y, seguramente, relanzaría aún más la afición de este deporte en un país que cuenta con más 500.000 licencias y en el que, curiosamente, apenas se pueden jugar no más de cinco o seis meses al año.