En el hoyo 9, su último hoyo, un dble bogey le ha dejado a Jordan Spieth con la miel en los labios. "Pegué dos golpes fantástico y luego no sé lo que ha pasado", decía. Y loque pasó es que dio cuatro golpes más para acabar con un doble bogey y dilapidar su renta de dos bajo parque traía bajo el brazo.
En cualquier caso, Spieth se siente bien, cómodo, y asegura que está pegando a la bola de manera más cnsistente, que es lo que ha estado trabajando en las dos ultimas semanas. No se asusta por nada y con el par afronta un viernes para subir puestos en la tabla.