El castellonense y el canario serán dos de los grandes atractivos en esta última cita de la temporada antes del primer Major del año, el Masters de Augusta. El torneo, dotado con 6,8 millones de dólares en premios, tendrá para el ganador la última plaza en juego para el torneo de la Chaqueta Verde.
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García y Cabrera llegan a Houston pensando en el Masters de Augusta que para el canario será, por cierto, la primera vez que pise las calles del diseño de Bobby Jones y Alister McKenzie. Ambos jugarán este primer Major de la temporada con el objetivo de hacer un buen papel y los dos parten con la posibilidad de soñar en verde y ponerse la famosa chaqueta el domingo.
El canario viene de jugar un Dell Match-Play realmente espectacular ganando seis partidos de los siete que jugó y derrotando a un Rory McIlroy en la lucha por la tercera plaza que hizo que el canario subiera hasta la trigésimo sexta posición de un Ranking Mundial que no ha cerrado ni mucho menos sus puertas para él a una posible nueva subida tras este primer grande de la temporada.
El canario está jugando de maravilla y él lo sabe, es lo más importante. Sólo le falta mejorar algo más en las jornadas de presión su putt y será un jugador Top-ten. Su ilusión y sus ganas de hacer un buen Masaters harán el resto. "Juego al golf para poder jugar alguna vez en este campo", aseguraba tras el Match-Play, un Rafa Cabrerar Bello que tiene en este torneo previo, con su plaza ya asegurada para Augusta, la posibilidad de refrendar todo lo visto la semana pasada y apuntalar en las diversas clasificaciónes en las que está -Race to Dubai, Ryder Cup, World Ranking y Juegos Olímpicos- sus excelentes posiciones de cara a una primavera que puede ser fundamental para él.
Sergio García llega esta semana a Houston también pensando en el Masters pero en su caso muy centrado también esta semana para intentar llegar a Augusta pleno de confianza y con el juego ajustado para intentar ganar su primer Major. El Castellonense quiere volver a ganar de nuevo en la PGA y esta sería una buena semana de cara, sobre todo, al Masters.
Con ellos estará en Houston el ex número uno mundial, Jordan Spieth, que intentará recuperar esa primera posición que perdió la semana pasada al caer prematuramente en el Dell Match-Play. El tejano juega casi en casa y sabe que una victoria le pondría en el disparadero de llegar a Augusta con todos los cartuchos disponibles para intentar repetir el éxito del año pasado que le llevó a poner su primera Chaqueta Verde.
También estarán en Houston con mucho protagonismo un Phil Mickelson que aunque ha mejorado en su juego sigue sin estar al cien por cien. Tony Finau, ganador la semana pasada en Puerto Rico y que intentará en Houston doblar victoria y pisar también por primera vez las greenes y calles de Augusta así como el defensor del título el año pasado, JB Holmes.
El Shell Houston Open es uno de los torneos más emblemáticos del Circuito norteamericano. Se disputa desde 1946, año en el que ganó Byron Nelson, y esta temporada repartirá, además de esa plaza para el Masters de Augusta, 6,8 millones de dólares en premios y 1,22 que se llevará el ganador.