"Como deportista a veces no se tiene la paciencia para que un proyecto madure y consiga resultados. Te entra la ansiedad y es comprensible, pero creo que este es el coche que puede vencer a Mercedes. Ellos pelean por el título y esperamos estar en esa lucha pronto".
El McLaren, dice Alonso:"todavía es un proyecto ganador que pude romper el dominio de Mercedes. Eso lleva tiempo, y en Fórmula 1 no hay soluciones mágicas, pero veo que vamos en la buena dirección. Necesitábamos mejorar en fiabilidad y estamos contentos, en cuanto al rendimiento no lo estaremos hasta que ganemos. Tenemos la base y ojalá podamos desbloquear todo nuestro potencial a lo largo del año".
El español se acerca más a la realidad reconociendo el pésimo material con el que comenzaron el pasado año: "Nuestra unidad de potencia era inmadura y no estaba preparada para competir, por lo que en términos de aportación del piloto no había mucho que hacer. Había otras cosas que mejorar primero, pero este año podremos centrarnos más en los detalles para hacer el coche más rápido. No hay ninguna parte del coche peor que el año pasado, pero nuestros rivales han mejorado también y no ahora no habrá grandes diferencias. Pero esto puede cambiar en cualquier momento".
El salto a Ferrari y posteriormente a McLaren tenía como objetivo conseguir el tercer campeonato mundial, pero al parecer ha dejado de ser un pensamiento obsesivo: "No puedo estar triste o frustrado por no conseguirlo. Parece que necesito hacerlo rápido o me tendré que retirar sin ello y será un drama No lo veo así. He sido un privilegiado por ganar dos veces, por estar 100 veces en el podio, y hay cosas en las que jamás pensé al debutar. Si puedo hacerlo bien, sino me iré agradecido".
Alonso parece resignado, por primera vez desde que se sentó en un Formula 1: "En definitiva sólo gana uno, y para mí no cambia mucho ser segundo que decimoquinto, porque al no ganar es igual de difícil estar motivado. Los dos últimos años no han sido muy diferentes para mí, y al menos ahora estoy en un proyecto en el que se ven cosas positivas y compromiso de ganar en un futuro. El año pasado no estuve al máximo nivel por las limitaciones del coche. Este año esperamos volver a nuestro sitio natural, disfrutar de las carreras e intentar hacer algo especial cuando podamos".
Reconoce, igualmente, que los coches son más lentos y el espectáculo mucho más pobre que en temporadas anteriores: "Todavía es la mejor competición del mundo, pero al mismo tiempo venimos de unos coches muy rápidos y sofisticados hacia unos coches como siete u ocho segundos más lentos que hace años. Espero que en 2017, con las nuevas reglamentaciones, los coches puedan ser más rápidos y podamos volver a una F1 más normal y extrema".
Nuestra traducción, es que el coche continuará siendo de los últimos y poco pueden hacer los dos pilotos más veteranos de la parrilla por cambiar esta situación. Los McLaren/Honda, no son fiables ni rápidos y la resignación es el peor enemigo de quienes cambiaron su prestigio por un cheque envenenado.