El Centro Nacional de Golf ha llevado a cabo desde finales de septiembre una resiembra intensiva para recuperar sus calles, tees y antegreenes. Estos trabajos, junto con las últimas lluvias, tienen ya resultados palpables en el estado del recorrido. Poco a poco, pero sin pausa, las calles se recuperan del verano más caluroso en la historia de la Comunidad de Madrid.
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El trazado ha sufrido las consecuencias de la falta de agua en los últimos tres meses: la ausencia de lluvias y las excesivas temperaturas del verano de 2015, el cambio de agua de pozo a agua regenerada y la limitación en el caudal permitido por la Confederación Hidrográfica del Tajo para los campos de golf han sido determinantes en el deterioro de tees y zonas cercanas a calles y antegreenes.
Además, con el objetivo de favorecer la jugabilidad y mejorar las experiencias de los jugadores, el Centro Nacional estudia llevar a cabo un rediseño en la red de riego que supondría un giro de 180 grados en los trabajos de mantenimiento. Actualmente los aspersores trabajan “de pared a pared”, un sistema que se estableció para la contención de taludes tras el movimiento de tierras en la construcción del campo.
La intención de los cambios es que el campo de golf sea más sostenible ambientalmente y, además, presente una estética de contraste de zonas verdes y pardas como resultado de regar tees, calles, greenes y antegreenes y dejar en estado natural los roughs y outroughs.