Pablo Larrazábal ha conseguido la primera victoria del golf español esta temporada en el European Tour en una vuelta muy estratégica. Al acabar el catalán reconocía que había sido conservador cuidando mucho cada golpe.
“Me ha acordado del doble bogey de 2010 en el 16 que me hizo perder el torneo y no quería repetir malas experiencias”. De hecho, en ese hoyo ha firmado un sensacional birdie que le ha teledirigido al triunfo en una segunda ronda muy moderada, con el único birdie en ese hoyo 16.
Larrazabal quería ir tranquilo y sin forzar demasiado teniendo a Henrik Stenson líder en Casa Club. Su birdie en el 16 le ponía con un golpe de ventaja sobre el sueco, y en el 17 ha firmado un par con un golpe de recuperación sensacional desde fuera de green. “Ha sido un buen golpe que me ha dado la confianza necesaria para afrontar el 18, y luego he firmado el par fallando por muy poco el birdie”.
“Estoy muy, muy feliz y en una nube. Este torneo y este campo son muy especiales para mí. Siempre, desde la primera vez que lo jugué, el campo me gustó y me he sentido aquí muy cómodo. “Es un campo complicado y exigente pero se adapta a mi juego; tienes que utilizar la cabeza y saber por dónde se puede fallar. Esta semana me han salido las cosas: le he pegado bien a la bola -¡mejor que en toda la temporada!- y he jugado sólido y con confianza, pero, sobre todo, he pateado increíble, he metido muy buenos putts cuando necesitaba meterlos.
“Me ha hecho mucha ilusión volver a ganar (2011). Después de perder el torneo en 2010 cuando terminé doble bogey-bogey-par y acabé tercero, hoy sabía lo que debía hacer para ganar y lo he conseguido. No quería que se me volviera a escapar. Tenía que empezar haciendo birdies pronto, he pegado buenos golpes dejándome oportunidades y los he metido.
“Los nueve segundos me han dejado exhausto: son hoyos complicados donde tienes que sacar lo mejor de ti. El del hoyo 16 ha sido un gran birdie en un momento de mucha tensión. Me siento muy orgulloso, me he mantenido toda la vuelta concentrado y controlando tanto mi juego como las emociones, y además pateando bien”.
El jugador catalán, que se casa en agosto, no ha podido celebrar mejor su despedida de soltero en un lugar que le encanta y del que ha llegado a decir que “a lo mejor me quedo aquí”.