Y es que los greenes, tan criticados por todos los jugadores durante el torneo han sido finalmente protagonistas, como no podía ser de otra manera, en un Us Open que tuvo en el green del 18 el desenlace de un torneo muy emocionante.
Johnson coronó el green del último hoyo con dos soberbios golpes, el primero desde el tee y luego desde la calle para dejarse una clarísima opción de eagle que le hubiera dado la victoria. Tras fallarla otra de birdie que tampoco logró embocar despidiéndose así del título y dejándole el triunfo en bandeja a un Jordan Spieth que no se creía lo que estaba viendo. Que no habría Play-off y que de esta manera, ya en Casa Club, sumaba su segunda victoria en un torneo del Grand Slam.