Ryder Cup

La Ryder

Opinión

Toni Bullón | Sábado 06 de septiembre de 2014

Muchas veces me pregunto ¿qué tendrá la Ryder para que este acontecimiento deportivo acapare nuestro interés meses antes de que se celebre cada edición?



Seguro que Samuel Ryder, allá por los años veinte, nunca imaginó que su idea se haya convertido en un éxito, aunque se dice que seis años antes un periodista, James Harnett, ya había propuesto la idea y en 1921 ya se celebró una edición no oficial, promovida por Sylvanus Germain, presidente de un club de Toledo, que ganó el equipo británico por 9-3.






Para cualquier estudioso de márketing, esta competición tiene todos los alicientes para figurar entre los tres acontecimientos deportivos más importantes. Para un aficionado reúne varias connotaciones deportivas muy importante, que intentaré detallar a continuación.

La Ryder se celebra en la modalidad match - play, para mí la mejor y más competitiva de todas las fórmulas de juego. Cualquier buen aficionado se siente integrado en cualquiera de los dos equipos, la Europa que muchos hemos soñado se une más que nunca en defensa de los intereses de un objetivo común. Qué bien nos iría si nuestros mandatarios europeos se reunieran en los días de la Ryder, para decidir nuestro futuro, resolver problemas comunes y no buscar más allá de los intereses egoístas de cada país.

El Golf es un deporte de caballeros, aunque en pasadas ediciones, algún jugador no aguanta ese título y aflora algún instinto o sentimiento fuera de ese contexto y la caballerosidad ha estado a punto de romperse, casi siempre del bando americano (ediciones de 1969, 1989 y 1999).

El sentimiento de compañerismo durante la semana de competición se acentúa mucho más y son continuas las muestras de apoyo entre capitanes y jugadores, las modalidades de foursome y fourball, ayudan sobremanera.

La audiencia de aficionados al golf durante esos días se dispara, y las más importantes empresas de material esperan ansiosos esa semana para promocionar sus productos, por algo será.

Otro acierto desde mi punto de vista ha sido el desbloqueo para las redes sociales y que los aficionados puedan compartir comentarios e imágenes al igual que ya ha sucedido en los últimos acontecimientos deportivos celebrados.

Este año estaré muy cerca, pero desgraciadamente no he podido encontrar entradas para los días de competición, desde hace meses las entradas están agotadas, aprovecharé el jueves para estar en Gleneagles y llenar mis pulmones de aire Ryder para disfrutar de ese aire especial durante unos días.

Guardo el Milagro de Medinah entre mis tesoros más preciados de golf, de vez en cuando me siento ante el televisor y disfruto de esos minutos fantásticos, esta vez parece que Seve está más lejos, no os lo creáis, seguro que estará en cada rincón apoyando y ayudando a los nuestros, ya se encargarán Olázabal y Jiménez de pedirle algún consejo.

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