Doce semanas después de su retirada en Doral y de su operación en la espalda, Tiger Woods ya se siente capaz de competir y, aunque reconoce que se siente "un poco oxidado", quiere salir ya al ruedo y pensar en el Open del mes que viene. "Es el momento de dar el siguiente paso y me siento entusiasmado por el desafío", ha dicho.
Woods, de 38 años, se operó el 31 de marzo para aliviar un pinzamiento en la espalda. Había jugado sólo cuatro veces en 2014 con resultados mediocres. Woods tuvo problemas en la espalda a finales del año pasado, y el 2 de marzo, durante la ronda final del Honda Classic se retió tras 13 hoyos
Las semanas siguientes, Woods regresó para el Campeonato WGC-Cadillac, donde disparó un 66 durante la tercera ronda para entrar en la pelea. Pero los problemas volvieron al día siguiente y firmó 78 golpes para acabar en el puesto 25. Luego se perdió el Masters por primera vez en su carrera profesional, así como el Us Open de la semana pasada, conlo que se ha perdido seis Grandes en los últimos seis años.