Por otra parte, a ningún aficionado se le escapa que Adrian Newey es el ingeniero más codiciado del paddock y posiblemente el único capaz de sacar a Ferarri del profundo abismo en el que se encuentra para devolverla al lugar que le corresponde en las parrillas de los grandes premios.
La Gazzetta dello Sport, dice que desde Ferrari estarían intentando convencer a Newey para que acepte el reto de devolver al equipo italiano a lo más alto de la Fórmula 1. Newey percibiría un sueldo de unos siete millones de euros y la posibilidad de construir, además de los monoplazas de Fórmula 1, el Super GT Ferrari 458 Italia y otros modelos representativos para los próximos años.
El diario, sin embargo, informa que Ferrari es poco optimista al respecto, pero que por enésima vez intentará que el ingeniero que encumbró a Red Bull acepte cambiar de aires tras nueve años en su actual escudería. El británico ha recibido anteriormente hasta 2 ofertas de Maranello y ambas las rechazó por motivos familiares. Su mujer, Marigold, y sus cuatro hijos que residen en Inglaterra son el freno para que no ansíe trabajar en otro equipo.
En el G.P. de Mónaco, el jefe del equipo Ferrari, Marco Mattiacci, negó haberle hecho una oferta a Newey, pero los rumores eran tan fuertes que Red Bull tuvo que emitir un comunicado de prensa confirmando la continuidad de Newey en el equipo.
Mucha verdad esconden estos rumores ya que Helmut Marko, asesor de la escudería Red Bull, reveló al diario Kleine Zeitung que varios equipos rivales han tentado al personal de Red Bull con cifras astronómicas y dijo al periódico que el británico recibió otra oferta de Mercedes. El mismo Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari, fue a Barcelona hace dos semanas para presentar su oferta a Newey. Quizás sea esta la única de forma de convencer a Fernando Alonso para que continúe prestando sus servicios a los del cavallino rampante.