Esta vez ganamos todos, ganó el campo, ganaron los jugadores y ganamos los aficionados, desde esta modesta columna quiero felicitar a los responsables de la USGA por el gran espectáculo que nos proporcionaron el pasado fin de semana en el Merion Golf Club.
Hasta ahora un buen jugador de golf podía soñar con jugar en Valderrama, en Sant Andrews o en Pepple Beach, yo personalmente añado el campo de Merion a esa lista. También son muchos que han criticado la dificultad del campo, pero no se puede ganar un grande con -14, los responsables de preparar el campo lo hicieron a conciencia.
Merion nos tuvo enganchados viendo con el roug anidaba las bolas, que muchas salidas se hacía con hierro o híbridos, los putts eran sumamente delicados, esos bunkers rodeados de hierba alta, ese otro golf que en otras ocasiones hemos reclamado apareció con toda su fuerza en el US Open, cada vez que nos ofrecían una vista aérea, la naturaleza se integraba perfectamente en el recorrido.
Que el ganador (Justin Rose) acabe con +1 es digno de elogio, los grandes pegadores se veían en la necesidad de efectuar segundos golpes a calle y usar hierros cortos para salvar situaciones complicadas, y sobre todo el tema de las banderas de mimbre sustituyendo a las banderas textiles, (probablemente Lee Westwood tenga una opinión diferente después de lo que le ocurrió en el Hoyo 12 con el tercer golpe )durante esta semana he leído muchos comentarios sobre la historia de las famosas cestas, su antigüedad es bastante remota, según datos de la USGA en Merion las instalaron en 1915, hay datos que hablan de que en Escocia ya se usaban hacia 1850, las de tejido con viento a favor son más difíciles de ver, ese fue uno de los motivos que inspiro a su inventor (Hug Wilson) aunque el que las patentó en 1916 fue William Flynn, y el no facilitar información sobre la dirección del viento.
Esta vez ganó el campo, la retransmisión televisiva espero que tuviera el éxito que se merece el evento, muy didáctica y atractiva, yo estuve muy pendiente de los comentarios y las situaciones poco habituales en que se encontraron los jugadores, por eso repito que ganamos y aprendimos todos.