El de Brooks Koepka fue un triunfo inapelable. Una reivindicación que acalle las absurdas críticas que cuestionan el talento de los jugadores que emigraron al LIV Golf, como si el dinero saudí hubiera bloqueado su capacidad competitiva o anulado su hambre de ganar.
Nada que ver, Koepka no estaba acabado, es el ganador del PGA Championship. Si hace un mes, no fue rival para Jon Rahm en la última jornada del Masters de Augusta, los haters ironizaron señalando que el segundo puesto era fruto de esa falta de nivel.
Se ridiculizó al líder en Augusta National tras 54 hoyos, afirmando que le había sobrado la cuarta y definitiva jornada. Una semanas más tarde, el norteamericano ha callado bocas con su victoria en el PGA Championship. Por si fuera poco, Bryson DeChambeau fue cuarto, Sepp Straka, séptimo y Cam Smith, noveno.
Un nuevo quebradero de cabeza para Zach Johnson, capitán del equipo americano de la Ryder Cup. ¿Inventaría usted alguna estratagema para dejar fuera del equipo al segundo clasificado del Masters y ganador deel PGA Championship? ¿Qué sentido tieene que se vete a los jugadores europeos del LIV y se admita a los americanos?. El culebrón seguirá en los próximos días.
Brooks Koepka levantó su quinto grande, su tercer PGA Championship y lo hizo con un claro control en la jornada definitiva donde firmó 67 golpes. Koepka ganó con dos de ventaja sobre Scottie Scheffler, que desbancará mañana a Jon Rahm como número uno del mundo y al noruego Viktor Hovland.
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