El PNC Championship vivió una jornada vibrante marcada por el dominio de Matt Kuchar y su hijo Cameron, que firmaron un sensacional 57, quince bajo par, para colocarse al frente de la clasificación y liderar con dos golpes de ventaja. La pareja estadounidense brilló en un formato Scramble que premia la compenetración y la agresividad, y en el que Cameron asumió un papel protagonista desde el primer hoyo, dejando claro que su salto universitario a TCU llega en el mejor momento. Su precisión con el driver y su capacidad para dejar opciones claras de birdie fueron determinantes en una vuelta donde solo dejaron escapar tres hoyos.
A dos golpes se situaron John Daly y John Daly II, otra de las parejas más carismáticas del torneo. El joven Daly, campeón del Southern Amateur, volvió a demostrar que tiene un talento natural para el juego largo y que su conexión con su padre sigue siendo una de las más sólidas del campeonato. Su 59 los mantiene plenamente en la lucha por el título.
En tercera posición, empatados con -12, aparecen tres equipos que completan el grupo de cabeza: Davis Love III junto a su hijo Dru Love, que ya saben lo que es ganar este torneo; Steve Stricker con su hija Izzi, que firmaron un sólido 60; y la pareja formada por Nelly Korda y su padre Petr Korda, que volvió a ofrecer una actuación llena de calidad y compenetración. Estas cinco primeras parejas —Kuchar, Daly, Love, Stricker y Korda— se perfilan como las grandes aspirantes al título en una última jornada que promete máxima emoción.
Por detrás, con -11, se situó un nutrido grupo de equipos, entre ellos Annika Sörenstam y su hijo Will McGee, los Woodland, los Leonard, los Langer y los Duval, todos ellos con opciones matemáticas pero obligados a una vuelta casi perfecta para aspirar al triunfo.
El torneo, que reúne a campeones de majors y ganadores de THE PLAYERS junto a sus hijos o padres, volvió a ofrecer una mezcla única de competitividad y emoción familiar. Con otra jornada Scramble por delante, todo apunta a un final explosivo en el que la precisión, la química y la capacidad de generar birdies en cadena serán decisivas para levantar el Willie Park Trophy.