La Escuela del LPGA afronta desde este jueves hasta el domingo su semana decisiva en el Magnolia Grove GC, en Mobile, Alabama, un escenario que se convierte en el epicentro de los sueños de 116 jugadoras que buscan abrirse paso hacia el mejor circuito femenino del mundo. La cita, considerada como la culminación de un largo proceso de clasificación, pondrá en juego 25 tarjetas para la temporada 2026, un objetivo que representa la puerta de entrada a la élite y que marca la diferencia entre la promesa y la realidad profesional.
Entre las protagonistas destaca la presencia de tres españolas que llegan con ambición y con historias muy distintas pero igualmente inspiradoras. Carolina López Chacarra, tras un último año universitario espectacular en Estados Unidos, encara la Escuela con la ilusión de lograr su billete directo al LPGA. La madrileña sabe que, de no conseguirlo, tendrá una segunda oportunidad en la Escuela del Ladies European Tour en Marruecos, pero su mirada está puesta en Alabama, donde quiere confirmar que su talento está preparado para competir con las mejores. Junto a ella estarán Carla Bernat y Carla Tejedo, dos jóvenes que han demostrado consistencia y carácter en los torneos previos y que ahora deberán dar un paso adelante frente a un campo de rivales de enorme nivel.
El reto no es menor: 116 finalistas, todas con méritos acumulados, se medirán en cuatro jornadas que exigirán precisión, resistencia y temple. Solo las 25 primeras lograrán la ansiada tarjeta, mientras que el resto deberá esperar nuevas oportunidades o conformarse con estatus limitados. La presión es máxima, porque cada golpe puede marcar la diferencia entre entrar en el circuito más competitivo del planeta o quedarse a las puertas.
Entre las favoritas figuran nombres que ya han dejado huella en torneos internacionales. La estadounidense Rachel Kuehn, con un palmarés universitario brillante y varias actuaciones destacadas en pruebas profesionales, parte como una de las grandes candidatas. También la japonesa Yuna Nishimura, que ha mostrado regularidad en el circuito asiático y busca consolidarse en Estados Unidos, y la coreana Hae Ran Ryu, conocida por su potencia y temple en rondas decisivas. A ellas se suman la canadiense Brooke Matthews, que ya rozó la tarjeta en ediciones anteriores, y la inglesa Annabell Fuller, otra de las jóvenes que llega con credenciales sólidas.
El Magnolia Grove GC será un juez implacable. Con sus calles estrechas, greens rápidos y un diseño que premia tanto la estrategia como la precisión, el campo de Alabama pondrá a prueba la capacidad de adaptación de las jugadoras. La climatología, siempre cambiante en esta época del año, añadirá un factor extra de incertidumbre que puede alterar el desenlace.
Para las españolas, la misión es clara: mantenerse en la pelea desde el primer día y resistir la presión de un torneo que no concede margen de error. López Chacarra, Bernat y Tejedo representan la esperanza de ver a nuevas golfistas nacionales en el LPGA, un circuito que sigue siendo la referencia mundial y que cada temporada eleva el listón de exigencia. La Escuela, más que un examen, es una oportunidad única de transformar sueños en realidades.