Según publica la revista especializada GolfWeek, la leyenda del golf norteamericano Jack Nicklaus, que cuenta con 18 títulos de majors en su dilatada trayectoria, ha logrado ganar una demanda por difamación que impactó profundamente a su antigua empresa, Nicklaus Cos. Y es que un jurado del condado de Palm Beach determinó que la compañía estuvo involucrada activamente en la propagación de información falsa que perjudicó su reputación y lo sometió al desprecio público, otorgándole 50 millones de dólares. Aunque los ejecutivos, Howard Milstein y Andrew O’Brien, fueron mencionados en la demanda, la sentencia emitida el 20 de octubre los exime de cualquier responsabilidad económica.
El origen del conflicto se sitúa en 2023, hace dos años, cuando Nicklaus acusó a sus ex socios de haber organizado una campaña destinada a desacreditarlo. Esta campaña incluía rumores sobre un supuesto acuerdo secreto de 750 millones de dólares con el LIV Golf League. Asimismo, se ponía en duda públñicamente su capacidad mental para manejar sus negocios, lo que el jurado determinó como una difamación intencionada.
Las raíces de la disputa son profundas. En 2007, se produjo la fusión entre Golden Bear International, la empresa de Nicklaus, y Nicklaus Cos., con el financiamiento del banco de Milstein. Después de su retiro en 2017, firmó un acuerdo de no competencia que tenía vigencia hasta 2022. Al intentar recuperar el uso comercial de su nombre, Nicklaus solicitó arbitraje en Florida, mientras que la empresa lo demandaba en Nueva York por presunto incumplimiento de contrato.
En el juicio, los abogados defensores restaron importancia a la influencia de los rumores, describiendo el caso como una “disputa comercial” sin evidencia de daños reales. No obstante, esta perspectiva no fue compartida por el jurado. A pesar de que la reputación de Nicklaus continúa siendo brillante, el veredicto establece que sufrió un ataque injusto por parte de aquellos que en algún momento fueron sus socios.
Después de la sentencia, Nicklaus mantuvo la calma y abrazó a sus seres queridos sin realizar comentarios públicos. El abogado de Nicklaus destacó la dedicación del jurado, mientras que los representantes de la empresa optaron por el silencio. Este caso marca un precedente en la historia del golf empresarial, subrayando que incluso las leyendas deben ser tratadas con respeto y justicia.