Si le preguntan a la IA la definición de héroe, se pueden encontrar con la siguiente explicación: «Es un personaje, usualmente un ser humano, destacado por su valentía, sus hazañas, sus virtudes o su abnegación, quien realiza acciones admirables y significativas, a menudo desinteresadamente y en beneficio de otros o de una causa noble. El concepto de héroe ha evolucionado desde la antigüedad, donde se les consideraba seres semidivinos, hasta la actualidad, donde se reconoce a individuos comunes que actúan de forma extraordinaria ante la adversidad».
Pues bien, la realidad es que el Open de España presented by Madrid ha comenzado este jueves con dos de los grandes héroes de la Ryder Cup 2025 en sus filas. La historia recordará a Shane Lowry como el jugador que embocó el putt decisivo para retener la copa dos años más. Apenas un puñado de hombres ostentan ese honor en su carrera y Lowry le contará a sus nietos la hazaña lograda en Bethpage. Bueno, Shane y todos los que disfrutaron de semejante contienda en la que Europa se encaminaba rumbo a una paliza histórica en tierras norteamericanas y acabó como suele ser habitual, con una agonía lenta y dolorosa por ver quién se hacía con el triunfo. Finalmente 13-15 para el combinado de Luke Donald.
Es ahora cuando podemos volver al final de la definición apuntada en el arranque de la pieza: «Donde se reconoce a individuos comunes que actúan de forma extraordinaria ante la adversidad», y es que eso fue lo que hizo el jugador irlandés. Cuando las cosas se pusieron muy complicadas para el equipo del Viejo Continente, emergió la figura de un enorme golfista que ha escrito una de las páginas más doradas en este deporte. «Podemos hacer algo muy grande», le dijo a su caddie en la calle del hoyo 18 de Bethpage Black. Dicho y hecho.
Se nota en el ambiente del Club de Campo, se palpa en los aficionados. Ahora todos son un poco más de Shane. Ahora todos los amantes de este deporte somos un poco más de Shane. La ovación en el tee del 10 del Club de Campo a las 09:30 de la mañana ha sido de puro agradecimiento, ha sido atronadora. Quizás para alguno ha podido sorprender que ha estado a la altura, o incluso un poco más, que la ovación al propio Rahm. Es lógico que así sea y el torneo se alegra de tener una figura que ya es historia de este deporte. Su carrera adquiere otra dimensión y su presencia en esta prueba la engrandece todavía más.
En ese green en Nueva York se encontraba también Jon Rahm. Ha reconocido que apenas pudo mirar ese putt. El de Barrika, pilar fundamental en las dos primeras jornadas de la Ryder, había sumado tres puntos clave para que la diferencia tras el sábado fuera de siete puntos para Europa. El nivel demostrado en sus tres primeros envites estaba siendo excelso. No pudo sumar más, pero ahí estaba en el green del 18, dando aliento a Shane como el que más. Ese también es Jon, jugador de equipo y amante de la Ryder. «Me gustaría jugar con Lowry sólo para poder darle las gracias de nuevo por lo que hizo el domingo en la Ryder», dijo en la presentación del torneo el de Barrika. Así sea, Jon, creo que se las puedes dar de parte de toda Europa.