En una jornada final marcada por la emoción, el talento y el cierre de un torneo acortado a 54 hoyos por las inclemencias meteorológicas, el escocés Robert MacIntyre se coronó campeón del Alfred Dunhill Links Championship, disputado en los míticos campos de St. Andrews, Carnoustie y Kingsbarns. Apenas una semana después de formar parte del equipo europeo que conquistó la Ryder Cup en Nueva York, MacIntyre volvió a brillar en casa, firmando una tercera ronda de 66 golpes para cerrar con un total de -18, cuatro golpes por delante de su compatriota de equipo Tyrrell Hatton.
MacIntyre, que jugó con una serenidad admirable pese a la presión, completó el torneo con tres rondas idénticas de 66 golpes, demostrando una consistencia implacable en condiciones que no fueron fáciles para nadie. Su victoria no solo le devuelve al círculo de los campeones del DP World Tour, sino que lo consagra como uno de los grandes protagonistas del golf europeo en este cierre de temporada. “Ganar en St. Andrews, después de la Ryder, es simplemente increíble. Este lugar significa todo para mí”, declaró emocionado tras levantar el trofeo.
En segunda posición terminó Tyrrell Hatton, otro de los héroes de la Ryder, que cerró con una espectacular ronda de 65 golpes para alcanzar los -14. Hatton fue de menos a más durante el torneo, y su cierre agresivo le permitió escalar posiciones y consolidar un podio de lujo. El inglés sigue demostrando que su juego se adapta perfectamente a los links escoceses, donde ya ha brillado en ediciones anteriores.
El tercer puesto fue compartido por el sudafricano Richard Sterne y el inglés John Parry, ambos con -13. Sterne, que comenzó con fuerza gracias a una ronda inicial de 65 golpes, no pudo mantener el ritmo en la jornada final, firmando un 71 que lo dejó sin opciones de victoria. Parry, por su parte, fue uno de los grandes animadores del domingo, con una ronda de 66 que lo catapultó hasta el top 3.
La quinta plaza fue uno de los grandes motivos de celebración para el golf español. El joven Ángel Ayora, en una actuación sobresaliente, firmó una ronda final de 66 golpes para cerrar con -12, igualando a otros cinco jugadores en esa posición. Ayora, que ya había mostrado destellos de calidad en las dos primeras jornadas (69-69), se soltó en la ronda definitiva y dejó claro que está preparado para competir al más alto nivel. Su quinto puesto en un torneo de esta magnitud, y en campos tan exigentes, supone un impulso enorme para su carrera y una señal alentadora para el golf español.
Junto a Ayora, también terminaron con -12 el sueco Mikael Lindberg, el danés Jacob Skov Olesen, el noruego Kristoffer Reitan, el escocés Scott Jamieson y el inglés Jordan Smith. Lindberg y Jamieson mantuvieron una línea regular durante todo el torneo (66-68-70), mientras que Smith y Reitan destacaron por sus cierres explosivos, con rondas de 65 y 68 respectivamente. Olesen, por su parte, fue el único del grupo que logró una vuelta de 64 golpes, la más baja del torneo, aunque no pudo repetir ese nivel en las siguientes jornadas.
El torneo, que tuvo que ser reducido a tres rondas por los fuertes vientos provocados por la tormenta Amy, ofreció un espectáculo vibrante en su jornada final. Las condiciones meteorológicas obligaron a suspender el juego el sábado, lo que concentró toda la emoción en el domingo, con salidas simultáneas en los tres campos entre las 09:00 y las 11:23.
La edición 2025 del Alfred Dunhill Links quedará en la memoria por la victoria de un MacIntyre en estado de gracia, por el empuje de los jugadores europeos tras la Ryder, y por la irrupción de talentos como Ayora, que ya pide paso entre los grandes. En la cuna del golf, el futuro también se escribe con acento español.