La segunda jornada de la Ryder Cup 2025 en Bethpage Black, Nueva York, ha confirmado lo que ya se intuía desde el primer golpe del viernes: Europa ha llegado con la firme intención de retener la copa conquistada en Marco Simone hace dos años. Bajo la batuta de un Luke Donald inspirado y meticuloso, el equipo europeo ha vuelto a imponer su ley en los foursomes del sábado por la mañana, ganando tres de los cuatro partidos en juego y ampliando su ventaja hasta un rotundo 8,5 a 3,5. Con los fourballs de la tarde aún por disputarse y 16 puntos en juego, Europa sólo necesita sumar cinco y medio para alcanzar los 14 que le permitirían mantener el trofeo.
La jornada comenzó con un ambiente eléctrico en Bethpage, pero pronto el público local se vio silenciado por el juego sólido, preciso y sin fisuras del Viejo Continente. La pareja formada por Ludvig Åberg y Matt Fitzpatrick abrió fuego frente a Bryson DeChambeau y Cameron Young, en un duelo que se mantuvo igualado hasta el hoy 7 donde los estadounidense apretaron a fond y se llevaron la victoria ante una de las parejas más flojas del torneo en esta mañana de sábad cayendo finalmente por 4&3 y haciendo que subiera el primer punto en el marcador para el equipo americano.
A continuación, Rory McIlroy y Tommy Fleetwood volvieron a demostrar por qué son una de las duplas más fiables del torneo, venciendo con autoridad a Harris English y Collin Morikawa por 3 y 3. El tercer punto de la mañana lo firmaron Jon Rahm y Tyrrell Hatton, que derrotaron a Xander Schauffele y Patrick Cantlay por 2 Up, en un partido donde el vasco volvió a dejar una muestra de su genio con un golpe imposible desde el talud del hoyo 8 que acabó directamente en el hoyo.
Y el último partido no fue una excepción a lo que estamos viendo esta semana en Bethpage Black. Robert MacIntyre y Viktor Hovland derrotaron a Russell Henley y Scottie Scheffler, por 1 Up después de un partido espectacular en el que se pusieron por delante en el hoyo 14 después de un mactch con las fuerzas divididas para sumar el 8,5 en el marcador del Viejo Continente y dejar aún más cerca el empate final -que da la Copa a Europa- o la victoria, que visto lo visto hasta ahora cada vez ed menos descabellada.
Resultados Foursomes – Sábado por la mañana
B. DeChambeau / C. Young (USA) vencen a L. Åberg / M. Fitzpatrick (EUR) – 4&3
R. McIlroy / T. Fleetwood (EUR) vencen a H. English / C. Morikawa (USA) – 3&2
J. Rahm / T. Hatton (EUR) vencen a X. Schauffele / P. Cantlay (USA) – 2 Up
R. MacIntyre / V. Hovland (EUR) vencen a R. Henley / S. Scheffler (USA) – 1Up
Con este resultado, Europa ha consolidado una ventaja que empieza a parecer insalvable para los estadounidenses. El equipo capitaneado por Keegan Bradley no ha encontrado aún la fórmula para frenar a un conjunto europeo que funciona como una máquina perfectamente engrasada. Y en el corazón de esa maquinaria destacan dos nombres por encima del resto: Jon Rahm y Rory McIlroy.
El jugador de Barrika ha sido el alma competitiva del equipo. Imbatido en sus tres partidos disputados hasta ahora, Rahm ha mostrado su mejor versión en los momentos clave, combinando potencia, precisión y una lectura del campo que ha desbordado a sus rivales. Su conexión con Hatton en los foursomes ha sido ejemplar, y su liderazgo silencioso pero efectivo ha contagiado al resto del equipo.
Por su parte, McIlroy ha sido el rostro visible de la ambición europea. Con su habitual elegancia en el swing y una actitud combativa que ha encendido a sus compañeros, el norirlandés ha sido clave tanto en el juego como en la gestión emocional del grupo. Incluso cuando el público neoyorquino ha intentado desestabilizarle, Rory ha respondido con juego y carácter, llegando incluso a dedicarles un gesto desafiante tras un birdie decisivo.
La sesión vespertina de Fourballs se presenta como una nueva oportunidad para que Europa acerque aún más la copa a sus vitrinas. Luke Donald ha apostado por mantener a sus líderes en juego, combinándolos con los jugadores que aún no habían debutado, en una estrategia que busca mantener el ritmo competitivo y dar confianza a todo el grupo.
Con 8,5 puntos en el marcador y sólo cinco y medio necesarios para retener el trofeo, Europa está más cerca que nunca de lograr su primera victoria como visitante en 13 años. Y lo está haciendo con autoridad, con cohesión y con un espíritu de equipo que ha convertido a Bethpage Black en territorio europeo. La Ryder Cup 2025 está escribiendo una nueva página dorada para el golf del Viejo Continente.