Kurt Kitayama (-23) ha demostrado que la verdadera victoria no solo se mide por el trofeo, sino también por la evolución personal y profesional. Después de un par de años de altibajos, el jugador californiano de 30 años se alzó con el triunfo en el 3M Open con una ronda final de 65 golpes (-6), logrando un triunfo por un golpe sobre Sam Stevens, y confirmando su regreso a la parte alta de la clasificación.
Kitayama, quien sorprendió al mundo del golf en 2021 al ganar el Arnold Palmer Invitational, vivió una temporada en 2025 que describió como “desmoralizante”. Sin embargo, su victoria en el 3M Open no fue producto de la casualidad, sino el resultado de una transformación constante en su juego. A diferencia de su victoria en Bay Hill, que fue impulsada por la pura tenacidad, Kitayama mostró un juego más sólido y completo, marcado por una gran consistencia desde el tee, lo que le permitió hacer birdie en sus dos primeros hoyos del domingo, y embocar un chip en el tercero para encadenar tres birdies consecutivos.
Su comienzo fulgurante en los primeros nueve hoyos, donde firmó un 29, fue una señal clara de que la victoria estaba a su alcance. En el último tramo, Kitayama continuó demostrando su calma y madurez, gestionando su juego sin apuros y cerrando con solo dos bogeys en su tarjeta, un reflejo de un jugador que no solo sobrevive a los desafíos, sino que los domina con un arsenal completo de habilidades.
“Lo que he estado trabajando está empezando a dar frutos”, comentó Kitayama tras su victoria. “Mi golpeo de bola bajó un poco al principio de este año, pero ahora está volviendo a su forma. El año pasado pegué muy bien, pero mi putting me dejó un poco atrás. Ahora está empezando a sentirse mucho mejor y empiezo a ver los resultados.”
El californiano se mantuvo firme bajo presión y, a pesar de un bogey en el par-3 del hoyo 17, logró cerrar con un par en el hoyo 18 para ganar el 3M Open superando por un golpe a Sam Stevens, quien no pudo aprovechar la oportunidad de hacer birdie en el par-5 del hoyo 18. Matt Wallace, David Lipsky, Pierceson Coody y Jake Knapp terminaron empatados en el tercer puesto, a tres golpes del líder.
Stevens, por su parte, continuó con su buena temporada, anotando cinco birdies en la vuelta final. A pesar de aún no haber ganado, este segundo puesto le permitió ascender del puesto 44 al 29 en el FedExCup, con un torneo más en la temporada regular. "Con Kurt haciendo 29 en los primeros nueve hoyos, pensé: ‘Bueno, estoy a seis o siete golpes, puedo jugar libremente y de forma agresiva’, y eso hice", explicó Stevens. "Realmente no sentí muchos nervios en los últimos nueve hoyos, lo cual es bueno, porque normalmente me pongo muy nervioso".
Jake Knapp, quien jugó junto a Stevens, estuvo en la lucha hasta el último momento, pero su segundo golpe en el hoyo 18 se fue al agua, lo que le costó su único bogey del día. A pesar de esta caída, Knapp logró su tercer top-5 del año, un gran logro para él.
Akshay Bhatia y Thorbjørn Olesen, quienes compartían el liderato antes del domingo, tuvieron un final decepcionante. Bhatia disparó 75 golpes y terminó empatado en el puesto 25, mientras que Olesen hizo 73, cayendo hasta un empate en el puesto 14, junto al líder de la primera ronda, Adam Svensson.
Svensson, quien había firmado 60 en la primera jornada, igualado luego por Kitayama, se recuperó de un 75 en la segunda jornada con un sólido 68-65 durante el fin de semana, para terminar en un empate en el puesto 12.
El defensor del título, Jhonattan Vegas, tuvo su mejor ronda del torneo con 67 golpes, terminando empatado en el puesto 44 con un total de 11 bajo par.
El triunfo coloca a Kitayama en el puesto 53 del FedExCup, asegurándole un lugar dentro de los 70 mejores para los Playoffs de la FedExCup, y lo coloca en la pelea por los 50 primeros, lo que le garantizaría plazas en los Signature Events del próximo año.
A lo largo de la semana, Kitayama tuvo la compañía de su hermano Daniel, quien ha sido su caddie intermitente a lo largo de los años. La presencia de su hermano en la bolsa de palos no fue solo un cambio logístico, sino una fuente de comodidad para Kitayama en medio de la presión de la última jornada. “Esta victoria será aún más especial teniéndolo en la bolsa”, expresó Kitayama. “Es una experiencia muy especial y estoy muy feliz de que él sea parte de ello”.