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Rory McIlroy colidera en Escocia junto a Gotterup tras una jornada espectacular

Genesis Scottish Open

Guillermo Salmerón | Sábado 12 de julio de 2025

En una jornada marcada por el viento cambiante y la presión creciente de cara al desenlace del Genesis Scottish Open, el sábado en The Renaissance Club ofreció una exhibición de talento, estrategia y nervios templados. Rory McIlroy, el norirlandés que no ha levantado un trofeo desde el Masters de Augusta, se reencontró con su mejor versión en el momento justo. Con una tarjeta de 66 golpes, la mejor del día junto a otros jugadores, McIlroy escaló posiciones hasta alcanzar el liderato compartido con el estadounidense Chris Gotterup, ambos con un acumulado de -11. El Genesis Scottish Open, que forma parte de la Rolex Series y reparte tres billetes para el Open Británico, se ha convertido en el escenario perfecto para que McIlroy recupere sensaciones y se postule como uno de los grandes favoritos para el último major de la temporada.






McIlroy, que venía mostrando signos de recuperación desde el viernes, cimentó su ascenso con cinco birdies y un solo bogey. “Me noto más seguro desde el tee”, declaró tras finalizar su vuelta, visiblemente satisfecho con su rendimiento. Su juego largo fue sólido, y el putt respondió en los momentos clave. El norirlandés, que ha confesado necesitar tiempo para digerir el impacto emocional de ganar el Masters, parece haber encontrado el equilibrio justo entre ambición y serenidad. Su actuación en North Berwick no solo lo coloca en posición de luchar por el título, sino que también le permite llegar al Royal Portrush con una tarjeta de presentación inmejorable.

Por su parte, Chris Gotterup, de 25 años, no logró mantener el ritmo de las jornadas anteriores y firmó una vuelta al par del campo. Aunque conserva el liderato compartido, su juego mostró ciertas fisuras, especialmente en los segundos nueve hoyos, donde el viento y la presión le impidieron sumar birdies. Gotterup, que aún busca su primera victoria de peso en el circuito, tendrá que recuperar la agresividad y precisión si quiere imponerse en la jornada final.

El tercer puesto lo ocupa el inglés Marco Penge con -9, una de las sorpresas del torneo. Penge, que ha mostrado una regularidad notable durante los tres días, se mantiene a solo dos golpes de los líderes y podría dar el golpe si mantiene su temple. En cuarta posición se encuentra el escocés Robert MacIntyre con -8, quien ha sido recibido con entusiasmo por el público local. MacIntyre, defensor del título, ha demostrado que conoce cada rincón del Renaissance Club y que está dispuesto a repetir la hazaña. Cerrando el top cinco aparece el estadounidense Brian Harman con -7, otro jugador que ha sabido adaptarse a las condiciones del links escocés y que no se descarta como contendiente al título.

En cuanto a la representación española, la jornada tuvo luces y sombras. Jorge Campillo fue el más destacado, firmando una vuelta de 67 golpes que lo llevó a un acumulado de -4. El extremeño arrancó con fuerza, logrando cuatro birdies entre los hoyos 2 y 6, y mantuvo la compostura en los tramos más exigentes del recorrido. Su juego corto fue especialmente eficaz, y su actitud en el campo reflejó la experiencia de quien sabe que cada golpe cuenta. Campillo se ha convertido en el español de referencia en este torneo, y aunque está a siete golpes del liderato, un domingo inspirado podría catapultarlo hacia los puestos de privilegio e incluso permitirle acceder a uno de los billetes para el Open Británico.

Alejandro del Rey, en cambio, vivió una jornada complicada. Con una tarjeta de 73 golpes, retrocedió en la clasificación y quedó con un total de -3. El madrileño sufrió especialmente en el hoyo 7, donde un fuera de límites con el segundo golpe le costó un doble bogey. A partir de ahí, su juego se volvió errático, acumulando tres bogeys más en los segundos nueve hoyos. A pesar de ello, del Rey mantiene opciones matemáticas de alcanzar el Open Británico, aunque necesitará una vuelta casi perfecta en la jornada final. Su talento es incuestionable, y si logra recuperar la confianza, podría cerrar el torneo con una actuación memorable.

El Genesis Scottish Open, que reúne a 156 jugadores y reparte nueve millones de dólares en premios, ha vuelto a demostrar por qué es uno de los eventos más esperados del calendario. Con figuras como Scottie Scheffler, Xander Schauffele y Justin Thomas en el campo, el torneo ha ofrecido un espectáculo de primer nivel. Pero es McIlroy quien ha capturado la atención del público y de los medios, no solo por su juego, sino por la narrativa que lo rodea: la búsqueda de redención, el regreso a la cima y el deseo de brillar en casa, en el Royal Portrush.

La jornada final promete emociones fuertes. Con varios jugadores en un margen de cinco golpes, todo está abierto. El viento, siempre impredecible en la costa escocesa, podría jugar un papel decisivo. Y los nervios, como siempre, serán el factor invisible que determine quién se lleva el trofeo. Para los españoles, el reto es doble: escalar posiciones y luchar por ese último billete al Open Británico. Campillo y del Rey tienen talento y motivación. Solo necesitan que el domingo les sonría.






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