La primera jornada del Italian Open, celebrada en el espectacular Argentario Golf Club, a apenas 150 kilómetros de Roma, ha arrancado con emoción y un rendimiento notable del golfista español Ángel Ayora, que ha firmado una tarjeta de 67 golpes, cuatro bajo par, situándose a solo dos golpes del líder, el inglés Dan Bradbury. Ayora ha demostrado una gran madurez competitiva en un campo que exige precisión y estrategia, destacando por su solidez desde el tee y su capacidad para aprovechar las oportunidades de birdie. Su vuelta, sin errores graves y con un ritmo constante, lo coloca en una posición privilegiada para afrontar las siguientes rondas con aspiraciones reales de pelear por el título.
Pero el gran protagonista del día ha sido Bradbury, que ha entregado una impecable tarjeta de 64 golpes, seis bajo par, estableciendo un nuevo récord del campo. El inglés ha comenzado con fuerza, encadenando cuatro birdies consecutivos en los primeros hoyos y sumando otros dos en el 7 y el 15, sin cometer un solo bogey. Su juego ha sido una combinación de agresividad controlada y precisión quirúrgica en los greenes, lo que le ha permitido tomar el liderato en solitario. Tras él, a un solo golpe, se sitúan el noruego Andreas Halvorsen y el italiano Francesco Laporta, ambos con vueltas de 65 golpes. Halvorsen ha mantenido un ritmo constante durante toda la jornada, mientras que Laporta ha aprovechado su conocimiento del campo y el apoyo del público local para firmar una actuación muy sólida.
En cuanto al resto de la representación española, el balance ha tenido buenas y malas actuaciones. Además de Ayora, han destacado Jorge Campillo y Nacho Elvira, ambos con vueltas bajo par que los mantienen en la pelea. Eugenio Chacarra, Pablo Larrazábal y Rafa Cabrera Bello han tenido jornadas más discretas, con errores puntuales que les han impedido escalar posiciones, aunque aún tienen margen para reaccionar en las siguientes rondas. En total, catorce españoles han tomado la salida en esta edición del torneo, lo que refleja el peso creciente de la Armada en el circuito europeo.
El Argentario Golf Club, ubicado en la pintoresca región de la Toscana, ha debutado como sede del Italian Open con nota alta. Diseñado por David Mezzacane y el exgolfista Baldovino Dassù, el campo presenta un par 71 de 6.857 yardas que combina belleza natural con un diseño técnico. Sus calles serpentean entre olivares centenarios y ofrecen vistas al mar Mediterráneo y la laguna de Orbetello, pero no se dejan engañar por su apariencia bucólica: los greenes son pequeños y ondulados, y la disposición del recorrido exige una gran precisión más que potencia bruta. El campo premia a los jugadores creativos y estratégicos, y penaliza duramente los errores desde el tee, especialmente en los hoyos con doglegs cerrados y bunkers bien colocados.
La climatología ha sido otro factor determinante en esta primera jornada. El día ha amanecido con cielos despejados y temperaturas agradables, en torno a los 27 grados, pero el calor ha ido en aumento a medida que avanzaba la jornada, alcanzando picos cercanos a los 30 grados. La humedad ha sido moderada, lo que ha favorecido un ritmo de juego fluido, aunque el viento ha hecho acto de presencia en algunos tramos del recorrido, especialmente en los hoyos cercanos a la costa, obligando a las jugadoras a ajustar sus estrategias. A pesar de ello, el estado del campo ha sido excelente, con greenes firmes y rápidos que han puesto a prueba la habilidad de las mejores del circuito.