Oakmont es el campo más desafiante del mundo, y en la primera jornada demostró por qué. Con 16 tarjetas por encima de los 80 golpes y solo 10 jugadores bajando del par del campo, la dureza del recorrido fue evidente. “Probablemente es el campo más difícil que he jugado nunca”, reconoció el máximo favorito, Scottie Scheffler, después de firmar 73 golpes. Sin embargo, la gran noticia es que, entre los que lograron sobrevivir bajo el par, está Jon Rahm, tras entregar una tarjeta de 69 golpes (-1), un gran resultado, pero sus sensaciones en el campo fueron aún más positivas de lo que dice el resultado.
El juego largo de ‘Rahmbo’ fue la clave de su buen desempeño. Jon Rahm se destacó como el mejor driveador de la jornada, combinando distancia y precisión desde el tee. "He jugado muy bien al golf hoy, quizás la diferencia ha estado desde el tee de salida", comentó Rahm al finalizar su ronda. Gracias a su excelente rendimiento desde la calle, solo falló 4 greenes, aunque el juego corto no estuvo a la altura. Los dos únicos bogeys llegaron en el hoyo 11, cuando se desvió al implacable rough con un hierro corto, y en el hoyo 6, donde cometió tres dolorosos tres putts. El momento más destacado de la jornada fue su racha de birdie en el hoyo 3 (jugado a la perfección) y el eagle en el 4.
Por otro lado, los problemas llegaron para algunos de los favoritos. Rory McIlroy, quien coqueteaba con los puestos de cabeza con un -2, sufrió una caída estrepitosa al firmar 41 golpes en los primeros nueve hoyos de Oakmont, terminando con un total de +4. Un golpe más (+3) terminó Scottie Scheffler, el número uno del mundo. También Bryson DeChambeau terminó con +3, un comienzo complicado para otro de los grandes aspirantes.
Rahm concluyó la primera jornada compartiendo la sexta posición, a solo tres golpes de JJ Spaun, líder indiscutible del torneo con 66 golpes inmaculados, sin ningún error en su tarjeta. Un resultado de difícil de asimilar en un US Open jugado en Oakmont.
El otro español en competición, Josele Ballester, no tuvo el mejor de los comienzos. Tras acumular seis bogeys en los primeros nueve hoyos, el golfista de Castellón no logró adaptarse a la velocidad y dureza de los greenes. Sin embargo, en la segunda parte de su ronda reaccionó con un notable par, sumando dos birdies y dos bogeys en los nueve segundos. Josele, quien comenzó tripateando en el primer hoyo, reconoció los nervios iniciales de una cita de tal magnitud, jugando además junto a Bryson DeChambeau y Xander Schauffele.
El principal problema de Josele vino desde el tee de salida. En condiciones tan exigentes como las que presenta el rough de Oakmont, el español solo logró encontrar 4 de 14 calles en el primer día, lo que le obligó a jugar fuera de posición con frecuencia. Esto se reflejó en su escaso porcentaje de aciertos en los greenes, habiendo solo logrado el 50%. A pesar de ello, sus números con el putter fueron positivos, destacando con casi tres golpes ganados respecto a la media del torneo, lo que lo coloca en la cuarta posición en esta estadística. Lamentablemente, cerró su jornada con dos bogeys dolorosos en los hoyos 17 y 18, dejándolo con un +6 que lo relegó provisionalmente al puesto 99º en la clasificación.