La tercera jornada del CJ Cup Byron Nelson ha sido, sin duda, una de esas jornadas que quedarán grabadas en la memoria de los aficionados al golf. La estrella del día fue Scottie Scheffler, el número uno del mundo, quien ha demostrado por qué ocupa esa posición y por qué es uno de los jugadores más consistentes y peligrosos del circuito. Con una actuación sobresaliente, Scheffler firmó una tarjeta de cinco bajo par, consolidándose en la cima de la clasificación y dejando a sus rivales a una distancia casi insalvable a falta de 18 hoyos para la conclusión del torneo y dejando mucho más cerca su primera victoria de la temporada.
Un día de dominio y precisión
Desde el inicio de la jornada, Scheffler mostró una confianza inusitada. Con un juego preciso, una estrategia inteligente y una concentración de acero, el estadounidense no dejó escapar ninguna oportunidad para sumar golpes importantes. La clave de su éxito radicó en su capacidad para mantener la calma en los momentos cruciales y aprovechar al máximo cada uno de sus golpes.
En los primeros nueve hoyos, Scheffler se mostró implacable. Con un birdie en el segundo y en el tercero, y con su primer bogey en el hoyo 4 el estadounidense terminó después con dos acuertos más en el 5 y el 9, estableciendo una base sólida para una jornada que para él iba a ser fundamental. La consistencia en su juego con los hierros y la precisión en sus putts le permitieron mantener un ritmo alto y sin sobresaltos. La sensación en el campo era que el número uno del mundo estaba en modo de máxima concentración, dispuesto a marcar una diferencia significativa en la clasificación y a sellar su victoria antes d elos últimos 18 hoyos del domingo.
El momento culminante llegó en los últimos nueve hoyos, donde Scheffler elevó aún más su nivel. Sin embargo las cosas no empezaron bien para él con par en el 10 y su segundo bogey del dúia en el 11. Después las cosas volvieron de nuevo a su ser con tres birdies más al 14, al 15 y al 18 -jugado casi a oscuras para no tener que madrugar el domingo para jugar un solo hoyo y que pudo terminar gracia sa las luces del marcador general del torneo y de las gradas del 18 para cerrar una vuelta espectacular que le llevará al triunfo este domingo.
Una ventaja que parece insuperable
A falta de 18 hoyos, Scheffler lidera con una ventaja de ocho golpes sobre su más inmediatos perseguidores, un grupo formado por el sudafricano Erik van Royen, y los estadounidenses Adam ASchenk y Ricky Castillo que con -15 lucharán en la última jornada del torneo por la segunda posición. Un margen que en el golf profesional suele ser suficiente para asegurar la victoria, siempre y cuando no ocurra una remontada espectacular en la última jornada. Sin embargo, en el golf, nada está escrito hasta que se termina la partida, y el estadounidense sabe que debe mantener la concentración y evitar errores para cerrar con éxito su primera victoria del año.
Su rendimiento en esta tercera jornada ha sido una muestra de su madurez y su capacidad para jugar en los momentos decisivos. La forma en que ha manejado la presión, especialmente en los últimos hoyos, refleja su experiencia y su mentalidad ganadora. Además, su juego ha sido una combinación perfecta de agresividad controlada y precisión, cualidades que lo convierten en un rival temible en cualquier torneo más a ún cuando el segundo major de la temporada el PGA Championship está a la vuelta de la esquina.