El viento fue el protagonista indiscutible de la segunda jornada del Farmers Insurance Open. Ráfagas de hasta casi 50 kilómetros por hora hicieron estragos en el campo, llevando a una suspensión de 90 minutos debido a las condiciones extremas. Solo 11 jugadores lograron rondas bajo par antes de que la oscuridad obligara a detener el juego. Tanto el North como el South Course promediaron más de tres golpes sobre el par, con el North Course registrando el segundo promedio más alto de su historia. “Esto es una locura”, comentó Joel Dahmen, quien logró un meritorio par (72) en el South Course. “No recuerdo haber jugado Torrey con tanto viento antes.”
Para muchos jugadores, el día fue un ejercicio de supervivencia. Eric Cole terminó su ronda en el 18 incluso después de que sonara la bocina para detener el juego. Prefirió enfrentarse a las ráfagas de viento más intensas antes que esperar y regresar al campo. Aunque hizo bogey, estaba aliviado de haber terminado su día.
La jornada puso a prueba la paciencia mental y la capacidad de adaptación de los jugadores. En el North Course, Danny Walker pegó su madera 7 desde 170 metros en el hoyo 12, solo para ver cómo el viento cambiaba y su bola terminaba larga. “Es uno de esos días en los que ni siquiera puedes pensar en tu score,” dijo Walker, quien firmó una tarjeta de 74 (+2). Con un total de -5, se encuentra a un golpe de los líderes Lanto Griffin (72) y Ludvig Åberg (75). “Solo tienes que hacer lo mejor en cada golpe y aceptar lo que pase.”
Para la mayoría, eso incluyó más números altos de los deseados. Se registraron 61 dobles bogeys o peores durante la jornada. El North Course tuvo un promedio de 75.2, cinco golpes más difícil que en la primera ronda. Este promedio solo ha sido superado por el registrado en 1993 (77.39). El South Course no se quedó atrás, con un promedio de 75.5. En conjunto, el campo acumuló un total de +481 golpes sobre el par. “No recuerdo la última vez que fue tan difícil acercarse a las banderas,” dijo Åberg. “Los greens estaban duros y complicados.”
La fuerza del viento obligó a detener el juego durante 90 minutos, ya que las bolas oscilaban en los greens y eran arrastradas por las ráfagas más intensas. Finalmente, la jornada tuvo que suspenderse debido a la falta de luz, dejando a 12 grupos aún en el campo. El torneo se suspendió con el liderato compartido de Labto Grifinn y el propio Ludving Aberg con -6 y sus rondas ya finalizadas. El corte se estableció de momento en +1. Se espera que el viento disminuya el viernes, aunque se prevén ráfagas de cercanas a los 35 kilómetros hora.