Con un minuto de silencio por la victimas de la Dana que ha cruzado España estos días comenzaba hoy en Mallorca la primera jornada de la Gran Final del Challenge Tour con dos españoles en juego y con el dolor y la rabia a flor de piel de todos los presentes en el campo mallorquín.
El español Ángel Ayora, que partía hoy antes de la primera jornada del Challenge Tour Gran Final que se disputa en el campo mallorquín de Alcanada en sexta posición con 1127,50 puntos y con la tarjeta para el DP World Tour el próximo año en el bolsillo, no ha venido a las islas a cumplir el compromiso y terminar el año de la mejor manera posible sino que ha venido a por todas, a ganar y a intentar terminar en la primera posición del Challenge Tour tras un año que para él ha sido muy bueno.
Ayora terminaba hoy entregando una tarjeta que arrancaba con un poco de todo en los primeros hoyos, En el uno, un espectacular eagle, bogey en el dos y birdie en el tres para empezar con un gran -2 tras sus tres primeros hoyos. Después cinco pares seguidos para terminar sus primeros nueve hoyos con birdies al 8 y al 9 que le dejaban con un -4 esperanzador en el ecuador de su primera vuelta. En los nueve segundos las cosas siguieron aún mejor con seis birdies más en dos tandas de tres seguidos en el 11, 12 y 13 y después en el 15, 16 y 17 para terminar con esos -10 que le dejan en lo más alto de la tabla.
Tras él terminó con -9 el gran triunfador de este año en el Challenge Tour, el noruego Rasmus Neergarrd-Petersen, que con tres victorias este año en el Challenge y una gran actuación la semana pasada en el Genesis Open de Corea quiere esta semana ponerle la guinda a su año con su cuarata victoria y el número 1 del Challenge Tour para entrar en 2025 por la puerta grande del golf europeo que ya tiene casi abierta por completo.
Joel Moscatel, el otro español que toma parte en esta gran final y que como Ángel Ayora ya tiene la tarjeta del DP World Tour en su bolsillo, arranacaba también muy bien aunque con cinco bajo par, a diez de Áyora ocupando una más que buena octava posición empatado con el sueco Niklas Lemke, con el también noruego Jonahan Goth y el irlandñes Conor Purcell.
Si el torneo terminara de esta manera, Ángel Ayora acabaría segundo en la Road to Mallorca por detrás de Rasmus Neergarrd-Petersen mientras que Joel Moscatel terminaría octavo en la clasificación tras subir desde la novena plaza que ocupaba al comienzo del torneo.
Pero todavía queda mucha tela por cortar, 54 hoyos por jugar y opciones para los mejores jugadores que luchan por todo -incluídos los 500.000 euros en premios que tiene el torneo como fondo de premios-.