El marido de Lauren Coughlin, John Pond, fue el primero en rociarla con champán este domingo después de que la joven de 31 años ganara el título en el CPKC Women's Open en el Earl Grey Golf Club, su primera victoria en el selecto LPGA desde que en 2016 la estadounidense se hiciera profesional.
Su carrera en el LPGA Tour tuvo un comienzo difícil, ya que Coughlin solo superó cuatro cortes en su primer año como miembro del Tour, lo que no fue exactamente el comienzo soñado que imaginaba para sí misma en el escenario más importante del golf femenino. Terminó el año en el puesto 156º en la Race to the CME Globe y ganó solo 12,625 dólares, aunque sí obtuvo una victoria en el Epson Tour esa misma temporada, una victoria que le dio a Coughlin alguna esperanza de que realmente podría ganarse la vida como golfista profesional.
Ocho años después la norteamericana ha logrado en Canada, no sin muchas dificultades un primer triunfo en el circuito norteamericano que llega en el mejor momento para ella.
Coughlin comenzó el día a solo un golpe de la líder tras los primeros 54 hoyos, Haeran Ryu, y luchó al máximo sabiendo que si podía aguantar y ser paciente, algo bueno sucedería. Y pasó. Un birdie muy necesario al final del par 3 del hoyo 17 le dio a Coughlin una ventaja de dos golpes al llegar al último hoyo del torneo y solo necesitaba un par para, finalmente, ingresar al círculo de ganadoras del LPGA Tour, una victoria que celebró inmediatamente con John, sdu marido, en el green del hoyo 18.
Una victoria que podría ayudarla a conseguir otro de sus sueños, poder jugar la Solheim Cup que se jugará en el Robert Trent Jones Golf Club en Gainesville, Virginia, muy cerca de su casa. Un sueño que podría llevar a cabo en poco menos de 50 días. Desde luego lo que ha hecho esta semana en Canadá le ha dado muchas pistas a la capitana estadounidense Stacy Lewis, quien tiene tres selecciones de capitana disponibles si Coughlin no califica automáticamente para el equipo estadounidense directamente.