Por fin logró Sergio García volver a ganar y hacerlo en el LIV Golf, después de casi cinco años si lograr la victoria y varias tentativas cercanas. El doy ha sido el tercer playoff que el de Castellón disputa en el LIV Golf, y el primero que se lleva con éxito.
El desenlace del LIV Golf de Andalucía se recordará durante mucho tiempo en el campo gaditano, un domingo de drama y pasión culminado con el más de los felices finales; ganó García con 66 golpes y remontando 7 al indio Anirban Lahiri, ganaron los Fireballs también en un desempate, que conquistaron David Puig y Abraham Ancer. La intrahistoria el feliz desenlace estuvo salpicada de drama, el primero, el error de García en el hoyo 3, el último del día, que culminó con tres putts y el único bogey de su tarjeta.
El fallo animó a un Lahiri que hasta entonces lo había visto muy cuesta arriba. Arrancó el indio un soberbio bridie en el 17 desde una chuleta y camino iba de un gigantesco par en el 18, cuando un putt de un metro escaso sorteó el hoyo. Lahiri no sabía si reir o llorar, a pocos metros los consuelos que la familia estaba aplicando a García cambiaron por arengas de ánimo.
El costosísimo putt también evitó la victoria de los Crushers que tuvieron que ir a otro desempate con los Fireballs. El guión de la tarde fue perfecto, minutos antes Alcaraz se había vuelto a coronar en la hierba, y por Valderrama campaba gran parte de la afición golfistica ativiada con la camiseta roja, fue la previa perfecta del partido.
Y hablando de fútbol, la primera sorpresa del día llegó en el hoyo 4, donde el partido más estelar (Sergio Garcia, Jon Rahm y Brooks Koepka), a siete golpes de la cabeza, salía. Allí se plantó el norteamericano Koepka ataviado la camiseta de Inglaterra. El ganador de cinco majors, amante de la provocación, generó un momento de risas, con un Sergio que para la ocasión había escogido el rojo y amarillo para su equipo, a Rahm, al principio, pareció no hacerle tanta gracia la broma del polémico.
Por segundo día consecutivo el Real Club de Golf de Valderrama presentó una engañosa calma, el día era perfecto, el público un día más acudiendo en masa al campo gaditano con el indio Anirban Lahiri líder con cuatro golpes de ventaja. Lahiri fue sobreviviendo como podría a las embestidas del mítico club, embocando putts importantes, aunque cometiendo bogeis. Todo bajo el guión previsto, con Eugenio López-Chacarra (salía a cuatro golpes) y Jon Rahm atascados, fue Sergio García el que se puso la capa de superhéroe.
Empezó aprovechando el par cinco (hoyo 4) con birdie, volvió a quitarse golpes en los hoyos 7,9, 11 y 12 y 14, la mejor versión de García, espoleado por su gente en su campo favorito en el mundo. Casi más meritorio que los seis aciertos del golfista de Castellón fue el librar su tarjeta de bogeys hasta su último hoyo. El resto es ya historia y de la buena. Jon Rahm siguió con su colección de top-tens, el noveno en los nueve torneos que ha terminado, Eugenio López-Chacarra tuvo un final que no recompensó su sólida semana y terminó justo fuera de los 10 primeros y David Puig refrendó con otro día bajo el par que los 81 golpes del viernes fue un aislado derrape.